Yo estuve en la Plaza Reyes de Israel la noche que lo mataron a Rabin. Después de un impresionante acto por la paz, nos fuimos con dos amigas a tomar un café en la Taielet, la costanera de Tel Aviv. Hablamos de la paz, del conflicto y del futuro. Al subir de regreso escuchamos a Aviv Guefen cantando, y el locutor que decía: «Estos eran los sonidos que se escuchaban antes de los disparos fatales». Pensamos que lo habían matado a Aviv Guefen.
Hasta que seguimos escuchando y entendimos. Justo pasábamos de regreso por la Plaza, Plaza Rabin. Nos bajamos y nos sumamos, fuimos parte de la «Juventud de las velas».
Hoy es otro 4 de noviembre inolvidable. Se cumplen 13 años, y hay elecciones en Estados Unidos. Dicen que Obama, si gana, va a cambiar la política norteamericana de aislamiento. Es el fin de la doctrina del «Eje del Mal» y el principio del «Hablaremos con Todos». Piensa hablar con Irán, incluso abrirá una oficina de intereses en Teherán. Hablará incluso con Hamás, y dicen que su gente ya se encontró con el líder político, Khaled Mashal, en Damasco. Tal contacto es ilegal en Estados Unidos, que tiene puesto a Hamás en la lista de organizaciones terroristas.
¿Si esto es bueno para los judíos? No se sabe, pero Obama asegura que apoyará a Israel y que «se encargará del problema nuclear iraní». Quizás la política de diálogo, implementada por un poderoso, sea la manera, incluso con los fundamentalistas, para los que el diálogo suele ser la excusa del débil. En Israel habrá muchos que no entiendan la doctrina Obama.
¿Y cómo se relacionan los dos «4 de noviembre»?
Hoy empiezo a mentorizar (tutorear, guiar, facilitar?) un grupo de jóvenes líderes judíos, que quieren investigar justo el tema del terrorismo. Hoy, fecha emblemática, donde han pasado cosas, donde muchas otras pueden cambiar.
Los mantengo al tanto. Felices elecciones.
El blog de Marcelo Kisilevski 
Del asesinato de Isaac Rabin me queda el recuerdo de la noticia oída en una cadena de televisión en España y la punzada dolorosa en el estómago. Se ocupa muy bien del clima político y social del Israel de aquellos días el embajador de Israel en España en un emocionante artículo que publicó ayer el diario El País.
Respecto a las elecciones a la presidencia de los Estados Unidos, Obama ya se habrá arrepentido de ser un bocazas; me resulta algo molesta su consciencia de sí mismo, de su imagen quiero decir, pero no será el acabose. Ya nombró a Biden para la vicepresidencia. En fin, clavó los pies en el suelo. Espero que sienta vergüenza de que Castro, Chavez y el ayatolá de turno se muestren partidarios de su victoria. Espero que Obama se pregunte, como lo hizo Bebel en su momento, que tontería tan grande habrá dicho para que le aplaudan desde aquellos lugares. Con el totalitarismo no se debe ser blando ni dirigirle sonrisas.
Si McCain se hubiera apoyado en gente más liberal que él sería casi perfecto, pero haberlo hecho en la Palin y lo más retrógrado del país, le quita todo interés. Da grima esa gente.
Un Obama limpio de populismo y más firme respecto a los desagradables personajes a lo que me he referido más arriba o un McCain alejado de ultraconservadores, me hubieran gustado más.
Un saludo cordial
Jorge (España)
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