Mientras en Bombay las fuerzas de elite indias todavía intentaban penetrar en el edificio de Jabad Lubavitch, en Bombay los padres de Rivka Holtzberg intentaban reconstruir la relación con su nieto Moshe, el pequeño hijo de Rivka (28) y de su marido, el rabino Gavriel Holtzberg (30), el director de la Casa Jabad en India. Las tragedias tienen aristas inconcebibles: precisamente ayer, cuando se confirmó la muerte de sus padres, Moshe cumplía dos años.
«Al principio no nos reconoció. Sólo después que le hiciera gracias que él ya conocía del pasado, se tranquilizó. ¡Moishe está con nosotros!», decía en tono esperanzado el «zeide», como se dice abuelo en idish, el idioma judío europeo que todavía se habla entre los religiosos ultraortodoxos para no profanar la «lengua sagrada», el hebreo. Así, la familia intentaba ayer temprano mantener el espíritu en alto, rezando, al encender las velas del Shabat, «para que el Santo Bendito Sea nos traiga a Rivka, a Gavriel y a todos los demás sanos y salvos».
El rescate de Moshe por su niñera india Sandra fue un capítulo estremecedor de los atentados de Bombay. Sandra se había ocultado en una despensa junto con otra persona cuando entraron los terroristas en el Centro Jabad y allí estuvo en silencio, hasta que escuchó los gritos del nene, que la llamaba. «Decidí ir a buscarlo a pesar del tiroteo», relató al diario israelí Yediot Ajaronot. «Cuando llegué arriba, los terroristas estaban sobre el techo. Encontré a Moshe sentadito al lado de sus padres. Todo estaba lleno de sangre. Lo tomé en brazos y salí corriendo». La foto de esta mujer de unos 50 años con Moshe en brazos saliendo del lugar conmueve al mundo. Las ropas del bebé tenían restos de la sangre de sus papás.
Los otros abuelos de Moshe, los padres del rabino Holtzberg, aterrizaron ayer en el Aeropuerto Ben Gurión de Tel Aviv, antes de recibir la noticia de la trágica muerte de su hijo y su nuera. A la madre, Frida, se la veía cansada y ojerosa, después de 12 horas de vuelo desde Nueva York.
El hermano, Meir, fue el único que logró sintetizar el estado emocional de los Holtzberg: «La familia, naturalmente, vive esta situación de una manera terrible, pero por otro lado somos fuertes creyentes, y sabemos que todo ser humano tiene su rol en este mundo». «No hay otra pareja igual, que haga tanto por los extranjeros allí. Los ayudan, los van a visitar a la cárcel, llevando comida kosher a los israelíes que se meten en líos con las drogas; los ayudan con abogados, con comida, con plata. Y él se sacrifica a sí mismo por los demás», había contado Frida, la madre del rabino asesinado.
Algo parecido decía la madre de Rivka, Yehudit Rozenberg, quien relató a algunos medios cómo la pareja educaba a su nietito, el pequeño Moshe: «Ellos se dedicaban todo el tiempo a hospedar, a dar de comer y beber, a prestar el hombro y a escuchar a todos los israelíes que se encuentran allí. Un rinconcito cálido de la Tierra de Israel. Es cierto que para ellos era un sacrificio estar lejos de la familia, pero eso es lo que hacen los emisarios de Jabad en todo el mundo». Gavriel y Rivka Holtzberg de 29 y 26 años, habían sido enviados por el movimiento Jabad Lubavitch hace cinco años para erigir la Casa Jabad en Bombay. Antes ya lo habían hecho en Tailandia, donde el movimiento de mochileros israelíes es muy intenso.
Si bien nació en Israel, a los 9 años Gavriel se mudó con sus padres al centro mundial del movimiento, Crown Hights, en Brooklyn, Nueva York. Al crecer, estudió en la ieshivá (instituto de estudios religiosos judaicos) de esa ciudad, y también, hace unos 15 años, en Buenos Aires, donde aún estudia su hermano, quien esta noche saldrá de Argentina para venir a Israel.
La familia Holtzberg es muy conocida y querida en la comunidad judía de Brooklyn, donde se los considera como una familia muy cálida y solidaria.
Miles de miembros de esa comunidad han efectuado rezos públicos y privados desde que se supo la noticia del cautiverio de Gavriel y Rivka.
Abraham Goldman, pariente de los Holtzberg, relató detalles de la historia familiar muy duros. «El rabino perdió otro hijo hace tres años por una enfermedad, y tiene otro hijo acá en Israel, en un hospital de rehabilitación. El único hijo que estaba con ellos fue salvado por la niñera y volverá a Israel con sus abuelos».
Una plegaria en Buenos Aires
Convocados por el rabino Tzvi Grumblatt, director de Jabad Lubavitch en Argentina, la comunidad judía se reunió ayer en la sede de esa organización para la ceremonia del Shabat. Asistieron todas las organizaciones comunitarias para rezar por las almas de los rehenes muertos en Bombay. La foto fue sacada antes del inicio del Shabat.
Qué es Jabad Lubavitch
Jabad Lubavitch es uno de los movimientos judíos religiosos ultraortodoxos más grandes del mundo. Pertenece a la corriente ortodoxa jasídica y fue fundado a fines del siglo XVIII en la aldea rusa de Lyubavichi. Es el movimiento judío con más fuerza de atracción. Posee unos 200.000 miembros, un millón de asistentes a sus actividades al menos una vez al año, y miles de sedes, entre centros comunitarios, sinagogas y escuelas. Una clave de su expansión es su sofisticado sistema de difusión, que apela al marketing avanzado y de Internet y otras tecnologías.
A salvo. La cocinera del centro religioso logra escapar con el hijo del matrimonio Holtzberg, de dos años.
En Israel, los medios cubrieron el múltiple atentado en la India haciendo foco en la Casa Narimán, edificio que aloja a la Casa Jabad Lubavitch, una institución judía religiosa ultraortodoxa. Su director, el rabino Gavriel Holtzberg, de 30 años, fue secuestrado por los terroristas junto con su esposa Rivka (28) y alrededor de 25 personas más, en su mayoría judíos e israelíes. A última hora de ayer se informaba que 17 de ellos habían sido liberados. Pero en realidad los datos acerca de la cantidad exacta de personas que permanecían cautivas era confusa. Una versión difundida por la agencia AP hablaba anoche de ocho rehenes liberados.
El rabino Gavriel Holzberg nació en Israel, pero tiene nacionalidad norteamericana, e incluso pasó unos meses estudiando en Jabad Lubavitch de Buenos Aires hace 15 años, según reveló el director de esa institución, el rabino Tzvi Grumblatt. Agregó que un hermano menor de Holzberg llegó hace un mes a la Argentina para quedarse aquí por un año, en el marco de un programa de estudios en Jabad.
«Estamos rezando por Gavriel y su esposa», dijo Grumblatt a Clarín.
En Bombay, durante la mañana, se vio salir de Casa Narimán al hijito del matrimonio Holtzberg, Moishe, de dos años y medio, en brazos de Sandra Samuel (44), una cocinera del Centro que sólo declaró: «Tomé al chico, lo alcé y salí corriendo». Los informes más insistentes indicaban que tanto el rabino como su esposa estaban «vivos pero inconscientes» y se temía por su vida y la de los demás.
Entrevistada por el sitio israelí de noticias Ynet, Sandra relató: «Moishe todo el tiempo pregunta por su papá y su mamá. Nosotros estamos bien y él también, pero no tengo idea de lo que pasa con sus padres». Sobre el cautiverio, dijo: «Fue terrible, había explosiones por todos lados, tiros… Incluso intentaron dispararme».
Durante todo el día fluyeron desde Bombay versiones contradictorias acerca de la cantidad de rehenes tomados por la organización terrorista islámica Mujahidines de Deccan. En un principio se informó que los terroristas habían llegado a la Casa Jabad de casualidad por su cercanía a uno de los blancos principales de su atentado múltiple, pero luego quedó claro que también el ataque al centro religioso había sido cuidadosamente planificado.
Según informó la TV india, los terroristas atrincherados en el interior indicaron que, si el gobierno se avenía a sus exigencias, liberarían al resto de los rehenes. Al mediodía, una de las rehenes israelíes en la Casa Jabad telefoneó a la embajada israelí en Nueva Delhi. La mujer indicó que los terroristas exigían la inmediata liberación de militantes presos en cárceles de la India.
La importancia de la Casa Jabad, uno entre los 10 blancos del ataque de ayer en Bombay, fue quedando clara durante el día. Nutridas fuerzas de seguridad confluyeron al lugar a medida que pasaban las horas, incluidos altos comandantes del ejército indio. Según testigos oculares, se trató de una verdadera batalla urbana, en la que los terroristas utilizaron rifles de combate y granadas de mano.
La canciller israelí, Tzipi Livni, envió un mensaje de solidaridad y condolencias al gobierno indio y le ofreció ayuda tanto humanitaria como operativa. Al mediodía, un pequeño contingente de la Estrella de David Roja (equivalente israelí a la Cruz Roja) partió rumbo a Bombay para prestar ayuda médica a los cientos de heridos. La embajada israelí en la India informó acerca de 30 israelíes, entre empresarios y turistas, que aún no se han comunicado con sus familiares.
Saben a quién representan. Embajadores de «Shagririá» en acción.
Se trata de una paz joven, inocente y, por eso, quizás posible. Pero el Modelo de las Naciones Unidas ya tiene hecho un buen recorrido a nivel educativo y quien sabe, quizás logre algún día proyectar sobre el mundo de los adultos.
Lo cierto es que los jóvenes judíos argentinos que participaron en el juego internacional de simulación a principios de este mes en Santiago de Chile representando a Israel, lograron que Irán se comprometiera a reducir su programa nuclear y a establecer relaciones diplomáticas con Israel. También lograron que Siria firme un tratado de paz plena con el estado judío. ¿Qué tal?
La delegación está conformada por Uriel Kejesfman, Uriel Libster y Yoel Rosenstein, fueron galardonados con el «Reconocimiento a la Mejor Delegación» del modelo y la mejor representación cultural.
La delegación fue capacitada intensivamente en negociación, diplomacia, oratoria, conflicto en el Medio Oriente, política exterior israelí y política internacional, en el marco del proyecto Shagririá del Centro Hebreo Ioná de Buenos Aires. El proyecto, que capacita a estudiantes secundarios y universitarios, está auspiciado por la Embajada de Israel en Argentina, el Dpto. de Hagshamá, el Programa ROI y el Fondo Pincus. El director general del proyecto se llama Uriel Aiskovich y puede ser contactado en info@shagriria.com.ar, y el sitio del proyecto se puede visitar en www.shagriria.com.ar
Y si Obama, el primer presidente negro de EE.UU., se propone romper con la doctrina del «Eje del Mal», con Irán, Siria, Hezbollah y Hamás, reemplazándola por la de «se habla con todos», qué mejor lugar que Latinoamérica para que ello dé comienzo. Ya sé, nada que ver, pero, confieso, también me suena descolgada la paz de los chicos. Porque en el juego de la «glocalización», en Santiago lo global le ganó por afano a lo local. Faltaría que alguien me explicara si alguien les ha explicado a los chicos que representaron a Irán y a Siria, exactamente a quién estaban representando.
Pero vamos, que es sólo un juego, y los jóvenes, además, siempre hemos pedido lo imposible, así que, ¿por qué no?
PD: Y más allá de la ironía, felicito a Uriel, Uriel y Yoel, de quienes sí confío en que saben a quién representan.
¿Se puede hacer marketing sobre un país? ¿Se puede hacer «branding» -el último grito de la moda en marketing- sobre Israel? Esto es lo que (también) se debate hoy en Israel. Estas semanas, como ya adelanté, he estado acompañando a un grupo de estudiantes del Instituto de Líderes del Exterior (Majón LeMadrijim) hemos estado recorriendo varios lugares relacionados con el tema terrorismo. Los jóvenes intentan hacer una pequeña investigación que sirva para esclarecer acerca de sus males. El recorrido es interesante y aún no ha terminado, pero aquí van algunas líneas.
En nuestro primer día de encuentro visitamos el Café Hillel de la calle Emek Refaim, en Jerusalem, donde un terrorista suicida del Hamás se voló en pedazos llevándose a 7 víctimas fatales, entre ellas un rabino y su hija, que iba a casarse al día siguiente. Estaban esperando que su mamá saliera de la peluquería cercana. La hermanita de uno de los socios, que trabajaba de camarera, justo estaba parada detrás de una columna y eso la protegió de la onda expansiva. La muchacha se volvió religiosa. En el lugar, refaccionaron todo, menos un par de baldosas de la entrada, para que se vieran algunos agujeros de esquirlas. Pero la seguridad en Café Hillel bajó, nos dijeron, debido más a la mejora en la seguridad e instrucciones menos histéricas de la policía, que al caro costo que conlleva la guardia especializada. Abajo pongo video que los muchachos filmaron.
Anteayer los llevé a dos lugares emblemáticos: MEMRI y el Ministerio de Relaciones Exteriores. El primero es un centro de monitoreo de la prensa árabe. Se reciben todos los diarios, se recorren todos los sitios importantes y se ven los canales de TV de todo el Medio Oriente. El material recopilado se traduce a varios idiomas, entre ellos el castellano.
Según nos explicó su director, Ygal Carmón, todo lo que hace falta para hacer una buena hasbará, para mostrar que Israel está en lo cierto con su política, es desenmascarar al enemigo. Dijo: «¿Para qué te vas a poner a argumentar? Eso no sirve. La otra parte siempre te va a poder argumentar en contra. Yo te hice, tú me hiciste. Ello no conduce a nada. Si, en cambio, muestras con documentación, trayendo los discursos que los líderes de todo el mundo árabe, incluido el palestino, pronuncian en los medios oficiales, en las mezquitas y en las escuelas, acerca de la necesidad de exterminar a Israel e islamizar todo el Medio Oriente y luego todo el mundo por medio de la guerra santa, la jihad, sus verdaderas intenciones quedan al descubierto y el mundo lo va a comprender de inmediato».
Agregó Carmón que «todo ese tesoro existe: lo hacemos aquí en MEMRI; todo lo que hay que hacer es entrar y utilizarlo». Entren en www.memri.org, coloquen el ratón sobre la palagra LANGUAGES y vayan a Spanish. Pueden consultar también su videoteca en MemriTV.
Uno de los madrijim le preguntó: «Todo bien, pero eso tampoco soluciona nada. Los que apoyan la causa palestina pueden venir y decir que Israel también educa para el odio a los árabes, y traer citas de medios de comunicación con discursos de ultraderecha».
Ygal Carmón: «Que te traigan la documentación. No hay tales cosas. No hay libros escolares que hablen de odio y violencia como los hay entre ellos, no hay medios de comunicación que llamen a ninguna ‘guerra santa judía’ en contra de los infieles musulmanes, no hay nadie que hable de la necesidad de matar, ni en los partidos políticos, ni en los medios de comunicación. Que sean serios».
Pregunta de otro madrij: «¿Qué opina de la nueva universidad iraní islámica que Hugo Chávez está por abrir en Caracas, Venezuela, por un acuerdo con Ahmadinejad?»
Carmón: «¡Es maravilloso! Por fin en Latinoamérica van a poder escuchar y conocer el terrible discurso fundamentalista en su propio idioma».
Me fui pensando y charlando con los muchachos, tres brasileños y un uruguayo, en el dilema eterno del periodismo: la entrevista al enemigo. ¿Es «maravilloso» que MEMRI y una universidad islámica difundan el discurso fundamentalista para ponerlo al descubierto y que la gente diga «qué barbarie», o en realidad MEMRI le está dando demasiado micrófono a ese discurso al traducirlo a tantos idiomas y llevarlo a Occidente para su «desenmascaramiento»? No respondan tan rápido. No es un dilema sencillo.
ISRAEL EN BIKINI: DE LA HASBARÁ A LA DIPLOMACIA PÚBLICA
De allí nos fuimos al Ministerio de Relaciones Exteriores, donde nos recibió Ilan Sztulman, miembro del staff del Departamento de Hasbará de la Cancillería israelí. Conozco bien a Ilan, le he llevado decenas de grupos de América Latina, a los que les ha explicado sin cansancio cómo la prensa hostil a Israel manipula la información. Esta vez logró sorprenderme.
Más relajado, y sin su presentación habitual en Power Point anunció: «No se habla más del conflicto». Si se quiere hacer una hasbará efectiva, explicó, queremos alejar el foco de atención de la opinión pública, del conflicto, que es una pequeña parte de lo que ocurre en Israel, a los bienes que Israel trae al mundo. «Hoy pasamos de la Hasbará a la Diplomacia Pública, crear lazos y hacer ‘branding’, resignificar la marca Israel en las mentes de la gente, que todavía -créanme- piensan en Israel como un desierto con camellos».
«¿Para qué quieren explicar? Es cierto que Israel está en una guerra de terrorismo y se defiende, y a veces comete errores que yo tampoco puedo explicar. ¿Acaso Rusia explica cuando mata a chechenios? ¿Estados Unidos explica lo que hace en Irak? El problema con los palestinos lo van a arreglar sus gobiernos respectivos, el palestino y el israelí, y créanme que los gobiernos de todo el mundo, los nodos de toma de decisiones, saben quién tiene razón. Mi problema es con las opiniones públicas del mundo. Y allí ya no se trata de tener razón, sino de tener amigos».
La Cancillería, en efecto, busca cambiar el objetivo. Ya no se trata de Hasbará en un sentido clásico, aquella que buscaba -y todavía busca en muchos medios de comunicación, foros y páginas web, por cierto todas muy esforzadas- explicar, no sólo que Israel tiene razón desde un punto explicativo y racional, sino que aquel que critica a Israel de una manera cuantitativamente desproporcionada corre el riesgo de estar contagiado de antisemitismo. Por supuesto, ¿por qué, si no por antisemitismo, se critica más a Israel por la muerte de dos palestinos que a Rusia por la muerte de 500 chechenios?
No sólo eso. La doble vara tiene también otra dimensión, tal como intento explicar a mis estudiantes: derechos humanos vs. relativismo cultural. Cuando Israel bombardea un barrio palestino en busca de terroristas, o cuando construye una cerca, se habla de violación a los derechos humanos. Pero cuando los palestinos linchan literalmente en la plaza pública a colaboriacionistas, probados o supuestos, por entregar información a Israel, en ejecuciones sumarias con juicios ridículos, eso es «relativismo cultural»: es parte de la cultura musulmana, como también lo es la discriminación de la mujer, los asesinatos de mujeres por «honor familiar», la circuncisión del clítoris a las niñas, y Occidente no tiene derecho a intervenir. La retórica supuestamente de izquierda y humanista debe hacer una seria reflexión y balance de lo que entiende por derechos humanos y por respeto a las otras culturas al precio de justificar aberraciones.
Pero la Cancillería explica hoy, que demostrarles a los críticos que no tienen razón, o que, en el peor de los casos, son incluso antisemitas, no sirve a la causa de Israel, pues aleja posibles alianzas y la integración de Israel en el mundo, que es en definitiva lo que va a garantizar su continuidad, que es en realidad lo que preocupa.
¿Qué cosas sí hay que hacer? La Cancillería produce actos y eventos culturales donde se difunde el desarrollo israelí, el turismo, la alta tecnología, las delegaciones profesionales del Tercer Mundo que vienen a capacitarse a Israel en agricultura, tecnología, educación, etc., como lo hace el instituto Mashav, también de la Cancillería.
Incluso, por qué no, se trata de contar que las mujeres israelíes son hermosas, como lo demuestro cabalmente en la foto del principio. Una campaña publicitaria de turismo en Israel mostró a modelos israelíes en bikini, y a soldadas en posturas sexys en la revista norteamericana de «soft-porno» Maxim, que provocó un escándalo nacional. Alguien se equivocó al poner el sello de la cancillería en la invitación al coctail de lanzamiento de la edición… Pero esa es la dirección, explica Sztulman.
En el video a continuación, un servidor con los madrijim del Instituto de Líderes del Exterior, el Majón de Madrijim, de la Agencia Judía, en el Café Hillel, captado por uno de los estudiantes, Guillermo Wajner. Valga como homenaje a las víctimas.
¿Loco yo? Kisilevski al borde de un ataque de nervios.
Tengo respuesta para la pregunta del título, les juro, pero primero tengo que descargarme. Ayer fue un día de brujas. ¿Vieron esos días en que todo sale mal… al mismo tiempo? Mi hija quería invitar a Noia, compañerita del cole, que se mudó y cambió de teléfono. Lo saqué de la compu y arreglamos. Mi esposa tenía que llegar de no sé qué lugar y la traían hasta no sé cuánto, así que yo la tenía que ir a buscar en el coche a no sé dónde, ahí en el medio de las sagradas rutas de Tierra Santa. Y yo me olvidé! Voy a llamar a la amiguita de Mai para anular, y en eso… Corte de luz!! No puedo sacar otra vez el teléfono de esta familia, ya está oscuro (sí, a las 16.30!!, va en post aparte) y Noia llega y empiezan a jugar en el pasillo del edificio, con las muñecas, mientras yo no sé si buscar primero las velas o llamar a Osnat para decirle que no puedo llegar, porque no tengo luz y tengo amiguita. Decido hacer todo junto, porque sé que está oscuro, Osnat espera en esas rutas y seguro que tiene frío. Hablo con la Compañía de Electricidad y, muy eficientes descubren que «tiene Ud. una falla particular, no nuestra. Llame a un electricista». Genial. Para eso tengo que encontrar la guía, porque luz para buscar en la compu, nones. Encuentro, no antes de tirar al piso todo lo que está alrededor. Llamo a Avi, que según la guía vive cerca. Me hace apretar botones y fusibles. Logra que ande la heladera. Entendieron? Tengo toda la casa a oscuras, incluida la cocina, ¡pero la heladera anda!!! ¡Qué suerte! Avi va a venir en hora y media. Eso me da tiempo para ir a buscar a Osnat. Las nenas se quieren quedar a jugar en el pasillo con las muñecas, imaginaos! Las cargo a la fuerza con todo y muñecas en el coche, y media hora después encuentro a Osnat temblando, con hambre y con sueño, pero con buen humor, no sea cosa que se ponga a putear delante de las visitas.
¿Y Abraham?
Ah, sí, Abraham. Publica hoy Haaretz en tapa: «Una nueva investigación sobre la apariencia de los primeros judíos revela hallazgos sorprendentes». Dice que nadie sabe, en realidad, de qué color era la piel de nuestros antepasados, y que la Biblia no da demasiadas pistas. Los restos mortuorios hallados por arqueólogos dan sólo una información parcial, porque los tejidos blandos no se conservan.
En blanco y negro. Abraham Avinu.
La creencia convencional es que los primeros hebreos se parecían a los pueblos que viven hoy en día en el Medio Oriente o en la Cuenca del Mediterráneo. Sólo que ahora, un antropólogo israelí que investigó el tema sostiene, sorpresivamente, que los habitantes del Reino de Judea en el tiempo del Segundo Templo podían ser parecidos a los negros africanos. El posible descubrimiento es del profesor Yair Ben David, que usó para su investigación dos cráneos, uno de hombre de la época helenista, y otro de mujer, que vivió en la época de los romanos, ambos hallados en la zona del Mar Muerto.
Para resumir, cuando reconstruyeron la cara del varón con sofisticados métodos computarizados, vieron que habría pertenecido a una raza de las que eran conocidas por aquel tiempo en el Mediterráneo. Pero la mujer tenía rasgos que sorprendieron a los investigadores. «Tiene boca grande, con un labio superior prominente y un relleno labio inferior. También la nariz es grande, con el puente bajo. Según estos y otros hallazgos, se puede inferir que también pertenecía a la raza caucásica, pero tenía también rasgos africanos.
Ben David señala el parecido entre las dos personas cuyos rostros fueron reconstruidos y reconstrucciones de poblaciones judías más tardías que vivieron en Europa. Comparó también entre judíos antiguos que reconstruyó y las características promedio de judíos contemporáneos en Israel, y llegó a la conclusión de que existe un gran parecido entre las poblaciones.
Los hallazgos de la investigación podrían gustar a grupos cristianos de negros en Estados Unidos, que sostienen hace decenas de años que los Hijos de Israel eran en realidad negros. Sin embargo, el propio Ben David no sostiene dicha afirmación, concluye Haaretz.
Mucho trabajo esta semana y poco tiempo para escribir, pero no me rindo!
Porque han comenzado a publicarse los sondeos de intención de voto para las elecciones del 10 de febrero, y las grandes estrellas, por sus reposicionamientos positivos, son el derechista Likud, el de izquierda Meretz y también los Verdes (Ecologistas). Gran caída del Laborismo, y desaparición (prevista) de los Jubilados.
Como primera lectura, el crecimiento del alicaído Meretz es el acuse de recibo de la crisis socioeconómica mundial que ya ha comenzado a cobrarse sus primeras víctimas, con un índice de despidos de 800 trabajadores por día promedio, más una ola de denuncias mediáticas de explotación en el campo laboral. Escuché al líder, Jaim Orón, esta mañana por radio. Está planeando un frente socioeconómico que trascenderá a Meretz, e incluirá a excluidos (o autoexcluidos) del Laborismo, con los cuales ya está manteniendo negociaciones, por ahora a puertas cerradas.
La impresionante recuperación del Likud, por su parte, da cuenta que el voto, de todos modos y a pesar de todo, seguirá girando en torno a lo político, a las negociaciones con nuestros vecinos, y como reacción a las promesas concesivas de Kadima y Tzipi Livni.
La cosa al día de hoy, según el diario Israel Hayom y el Instituto Gal Jadash, está así:
Likud (Bibi Netaniahu): 33 escaños en la Knesset (de un total de 120) (En la Knesset saliente: 12)
Kadima (Tzipi Livni): 28 (29)
Laborismo (Ehud Barak): 11 (19)
Shas (Eli Ishai, ultraortodoxos y tradicionalistas sefardíes): 10 (12)
Por Fernando Cohen-Sur, para Guysen International News
Si en vez de un artículo de opinión, se tratase de una crónica publicista, las siguientes líneas se titularían “El día en que Olmert salió del armario”. Lo que sucede es que Olmert hace tiempo que viene haciendo declaraciones que borran de un plumazo su muy extenso pasado en el Likud. ¿Por qué lo hace? ¿Qué le ha pasado a lo largo de estos años? Difícil saberlo. Lo más surrealista es que para las principales figuras del horizonte político ni siquiera vale la pena refutarle.
Ayer, lunes 10 de noviembre, fue un triste día en Israel. Según el calendario hebreo, se conmemoraba el 13 aniversario del traumático aniversario del primer ministro Itzjak Rabin. En el Monte Hertzl, un acto oficial junto a la tumba del Rabin y su esposa Lea. En la Knesset, una sesión especial dedicada a su persona. En ambas ocasiones habló Ehúd Olmert. Frente a los diputados y a los oyentes del acto oficial, se atrevió a expresar en total plenitud su actual concepción del conflicto en el Medio Oriente.
A pocos meses de abandonar su cargo, y quizás su carrera política, cuesta creer que este mismo Olmert es el autor de frases como “Le dije que era un error histórico, que podría ser muy peligroso, y todas esas cosas…” (recordando como voto en contra del acuerdo de Paz con Egipto y como expresó su descontento al entonces Primer Ministro Menajem Beguin). Hoy, Ehud Olmert piensa muy parecido a las ideas de Meretz. No desde el punto de vista socioeconómico. Sí desde lo político.
Las críticas hacia Ehud Olmert sostienen que el primer ministro de transición explotó un acto oficial en memoria de Rabin para exponer su legado ideológico mientras atacaba inadecuadamente a los líderes nacionalistas y a los colonos.
El ministro de Defensa Ehud Barak, uno de los discursantes en la sesión especial de la Knesset, fue uno de los pocos que le respondió a Olmert con un cínico: “Sentimos un poco de alegría al ver como algunos han regresado en Tshuva (se han vuelto religiosos o han descubierto la verdad) y ahora te apoyan Itzjak”, en obvia referencia a las palabras de Ehud Olmert en la Knesset. Para Biniamin Netaniahu, las frases de Olmert no merecieron alusión alguna. Quizás, y solamente si uno realmente se esfuerza por querer buscar pistas entre líneas, para Olmert eran las palabras del líder del Likud que afirmaban, “Debemos admirar de Itzjak Rabín por su firme y constante posición ideológica. Él estaba convencido del camino elegido y no estaba impulsado por otros intereses” (es decir, Olmert estaría siendo impulsado por otros intereses).
Sobre el podio de la Knesset, Ehud Olmert le pidió a los colonos que comiencen a prepararse para desalojar Judea y Samaria. “Nos equivocamos, no vimos a los lejos lo que sucedería”, en referencia la colonización de estas tierras. Luego agregó: “La verdad nos obligará a cortar buena parte de nuestra tierra en Judea y Samaria, en el este de Jerusalén y en las alturas del Golán”. Unas horas antes, durante el acto en el Monte Hertzl, había dicho: “Hay que renunciar a parte de nuestra patria y a los barrios este de Jerusalén y esa decisión se debe tomar ahora”.
El propio Ehud Olmert reconoció que, seguramente, este sería uno de sus últimos discursos frente a la Knesset: “Aquel primer ministro que diga que se puede seguir dominando sin tomar estas decisiones les estará arrojando arena sobre vuestros ojos”. “A medida que se acerca el momento de la definición, las tensiones internas y los grupos extremistas descontentos harán escuchar su voz”.
Durante su discurso, ningún diputado lo interrumpió ni hizo algún comentario inoportuno. Los diputados Uri Ariel y Arieh Eldad (Unión Nacional / Mafdal) abandonaron la sala en señal de protesta. Fuera de la sala de sesiones los ataques hacia Olmert repicaron con fuerza.
El jefe de la bancada parlamentaria del Likud, Guideón Saar, afirmaba lo que muchos otros diputados compartían: “Olmert explotó de manera cínica una posición oficial para hacer un discurso político emulando a la extrema izquierda”.
Arieh Eldad fue decididamente más agresivo en su declaración; “No se puede tolerar que un fracasado primer ministro, acusado de corrupción, utilice los últimos días que le quedan en medio de sus investigaciones policiales para destruir la colonización judía en Eretz Israel”.
¿Qué le ha pasado a Olmert durante estos últimos años? Difícil saber las causas exactas pero el proceso hacia el centro y luego hacia las posiciones de la izquierda se han reflejado a lo largo de estos últimos cinco años. Para algunos, Olmert ha cambiado porque “desde la silla de Primer Ministro las cosas se ven de otra manera”. Para los más cínicos, “Olmert ha copiado a Ariel Sharón y ha intentado desviar la atención del público y de los medios impulsando iniciativas políticas populares entre los que modelan la opinión pública”. Para los extremadamente cínicos, “Olmert sabe que está acabado y quiere que la historia lo recuerde como el que declaró lo que al final se terminará haciendo”.
Puede que Ehud Olmert tenga razón. Puede que al final de cuentas, Israel deba renunciar a todo lo que hoy expuso. Lamentablemente ayer, 11 de noviembre de 2008, demasiadas voces se alzaban contra las declaraciones “ideológicas” de Ehud Olmert, y menos de las que deberían se dedicaban a analizar la figura del Primer Ministro recordado y su legado en la sociedad israelí.
Salí por Jerusalem con un grupo de los madrijim investigadores del terrorismo. Jerusalem, una ciudad que se debate en el cambio de perfil. Mañana hay elecciones municipales en todo el país, y aquí en la capital los laicos se juegan el todo por el todo frente a los religiosos. Nir Barakat, identificado a grosso modo con el Likud, contra Meir Porush, de Agudat Israel, los ultraortodoxos ashkenazíes.
«No votar es votar por Porush», llaman los laicos a sus apáticos correligionarios. Es que los religiosos son más disciplinados, y responden como un solo hombre al llamado de sus rabinos. Mañana se va a dar algo muy interesante: militantes de Meretz, de izquierda, colaborando en el día electoral con el derechista -pero laico- Barakat.
A mí me gustó esta imagen, este pedazo de realidad que vi al pasar, y le saqué la foto. En una parada de autobús, el poster de otro candidato, el empresario ruso Arkadi Gaidamac, al que le pintaron bigotitos de Hitler. Sentada esperando al autobús, una habitante árabe de la ciudad. ¡Es la democracia israelí en acción!
Lacey en la revista American Jewish Life. La foto es de Sam Norval.
Con el triunfo de Barack Obama, el rompe-estereotipos del siglo, me acordé de Lacey Schwartz, una chica norteamericana, judía, y negra.
La conocí en junio, en el Encuentro ROI 2008 en Jerusalem, donde 120 jóvenes judíos innovadores de todo el mundo se reunieron al amparo de la Fundación Schusterman para hacer networking en pos de sus comunidades judías. Cada uno tenía un proyecto. El de ella era una película sobre su historia, sobre trasfondo del fenómeno de los judíos negros en Estados Unidos.
El padre y la madre de Lacey son blancos, pero su mamá tuvo un affair con un negro, y a los 18 años de edad de Lacey, decidió revelárselo, no sin que medien presiones de su parte. Porque su niñez fue algo complicada, todos los chicos le preguntaban qué era, si blanca o negra, y ella lo resolvía diciendo: judía. Pero en algún momento ya no alcanzó. En el College, el formulario de inscripción preguntaba la raza (tema aparte si los hay) y ella decidió mandarles su foto, que decidan ellos. Hoy es abogada y productora de cine. Por lo que vi, es muy buena.
Obviamente puedo adivinar qué votó Lacey en estas elecciones. Pero se me ocurrió reflexionar sobre el ser judío, el ser negro, y los procesos de cambio, que son tan lentos pero se dan. Acá en Israel hablaron de qué pasaría si un etíope llegara a postularse para Primer Ministro. Hay políticas de empowerment con la comunidad etíope, y hay un aumento, dicen, en el número de esos estudiantes en las universidades, pero todavía va a llevar tiempo.
La película que está produciendo Lacey se llama «Out of the box». Necesita fondos. Pongan Lacey Schwartz en Google y entérense más. Acá va el trailer de la película.
Queda demostrada una vez más la eficacia del Kotel. Obama coloca el papelito con su deseo en el Muro de los Lamentos.
El analista de Haaretz, Aluf Ben, le da algunos consejos prácticos al flamante presidente norteamericano, Barack Obama.
Primero, dice Ben, olvídese de los slogans de su campaña electoral, según los cuales George Bush abandonó a los actores del Medio Oriente a su suerte, y todo lo que hizo fue pour la gallerie. Según esta concepción, si sólo se hubiera involucrado e impuesto a Israel salir de los territorios, estaríamos ya en un nuevo Medio Oriente. Pero Bush nos ignoró, y el resultado fue el ascenso de los extremistas, su alejamiento del sueño de dos estados, y la desestabilización de la legitimidad de la existencia de Israel como estado judío.
Todos estos argumentos eran buenos para la campaña, sigue Aluf Ben, enfocada en criticar al mandatario saliente. Ahora la realidad, que es más optimista de lo que parece. En los ocho años de gobierno de Bush continuó el lento proceso de retirada de Israel de los territorios, y la resignación de los árabes a la existencia de Israel. Ello ocurrió a pesar de dos guerras con miles de muertos, la Segunda Intifada y la Segunda Guerra del Líbano, y a pesar de que la Autoridad Palestina se desmembró y que Israel se hundió en una crisis de liderazgo.
¿Suena descolgado? Éstos son los hechos: Israel salió de Gaza y evacuó 25 asentamientos judíos. En la Franja fue creado un paisito conducido por Hamás, que demuestra que los palestinos pueden autogobernarse, aun en la situación de un duro bloqueo. La Liga Árabe confimó dos veces la iniciativa de paz, que propone a Israel normalización de relaciones e integración en la zona si sale de los teritorios y participa en la solución para el problema de los refugiados. Israel reanudó las negociaciones con Siria y con los palestinos desde el punto en que se habían interrumpido ocho años antes. Las propuestas de Barak y Clinton para la división del país, que habían sido como archivadas a su retiro, resucitaron.
La influencia de Bush en estos procesos fue secundaria, a excepción de su apoyo a la Desconexión y su aporte (no intencional) a la victoria del Hamás en las elecciones palestinas. En cambio, durante su mandato, Irán se acercó al umbral del poderío nuclear, Hezbollah se convirtió en una amenaza estratégica y Gaza aterrorizó la zona con su violencia, hasta que aceptó el cese del fuego. La conclusión es que el Medio Oriente no se ve muy bien que digamos, pero hay también oportunidades.
2. Sea «rompebolas»: el problema de Bush en el Medio Oriente no fue la falta de ideas. Se había convencido de que un estado palestino es del interés norteamericano. Su retórica fue más lejos que la de todos sus antecesores, en su compromiso por la solución divisoria. Pero no pudo respaldar sus ideas con actos, y la mayoría de sus iniciativas se evaporaron al poco tiempo, ante la firme insistencia de Israel y los palestinos de seguir combatiendo. Condoleezza Rice logró reunir la Convención de Annapolis, mantener de algún modo a la Autoridad Palestina como interlocutor para las negociaciones y obtener de Olmert una propuesta de retirarse de todos los territorios, sólo porque les «rompió las guindas» a israelíes y palestinos. Por eso, no deje que las partes lo agoten con sus excusas. Agótelos usted a su vez con educada firmeza.
3. Empiece por Siria: los árabes y los europeos lo bombardearán con ruegos de resolver el problema de Palestina, y le explicarán que ésta es la madre de todos los problemas en el Medio Oriente. Pero la posibilidad de un acuerdo es pequeña. Las buenas intenciones y el «ciento por ciento de esfuerzo» no alcanzarán para resolver el conflicto entre Israel y los palestinos. Las brechas son demasiado profundas, la parte palestina está desgarrada entre un Hamás hostil y un Fatah agonizante, e Israel teme de una Intifada de los colonos judíos. Usted requiere de un logró, y rápido. Por eso, deje usted ahora a los palestinos y vaya fuertemente por la vía siria.
El canal sirio es menos complejo que el rompecabezas palestino. Nadie discute que Assad puede firmar un trato y cumplirlo, aliviarle a usted la retirada de Irak y el diálogo con Irán, así como suavizar las amenazas de Hezbollah y de Hamás. Incluso el líder israelí tendrá mayor libertad de acción frente a los sirios que en las conversaciones con los palestinos por la división de Jerusalem y el regreso de los refugiados. Ningún gobierno israelí ha caído aún debido al Golán.
El problema en el canal sirio es que el status quo es cómodo para ambas partes: para Israel, que quiere quedarse en el Golán, y para Siria, que teme de un cambio interno. Sólo un líderazgo norteamericano activo, que encabece el proceso y lo apoyo por medio de arreglos de seguridad y ayuda económica, podría romper el congelamiento. Aun así, no es seguro que tenga éxtio, pero en este momento su mejor posibilidad de obtener el Premio Nobel está entre Jerusalem y Damasco.
4. Cuídese de sorpresas: «Todas las guerras», dijo una vez Moshé Dayán, «comenzaron cuando luego requerimos de profundas investigaciones para explicar y entender por qué fueron iniciadas». Este dicho es siempre cierto en el Medio Oriente, donde en cualquier momento puede estallar una guerra, y es cierto especialmente hoy, sobre telón de fondo de la bomba iraní, el cambio de gobierno previsto en Egipto y los pronunciados altibajos en el precio del petróleo.
Sus antecesores, culmina Ben, fueron examinados según cómo manejaron las crisis, y dos de ellos -Nixon y Bush padre- lograron potenciar las guerras del Día del Perdón y la del Golfo para impulsar la paz entre Israel y los árabes. Conviene que aprenda usted de esas experiencias, cuando sea el turno de la próxima crisis, y le caiga a usted encima.