Permiso para emocionarse

Shirán creció, y va al ejército.

Shirán creció, y va al ejército.

En estos días de cinismo, cuando Bibi y Tzipi juegan al gato y al ratón, y a ver quién respeta más y mejor el voto popular, todo parece haber sido puesto en stand-by. Hasta la liberación de Guilad Shalit. Y esta vez, no resulta del todo claro por culpa de quién. Pero puede ser que se trate todo de declaraciones a los medios, guerra psicológica. Tzipi contra Bibi, aunque todo esté cocinado. Olmert contra Hamás, lo mismo.

Y en estos días de cinismo, digo, donde no conviene creerle mucho a nadie, elijo una historia entre muchas, que dan permiso para emocionarse, a pesar de todo.

Shirán Franco, de 9 años, mantuvo en vilo a todo el país en agosto de 1999, cuando un tremendo terremoto azotó Turquía. Su padre Itzik, su hermano mellizo Arieh, y sus abuelos, Sami y Myriam, murieron bajo los escombros del edificio de departamentos veraniegos en el que pasaban sus vacaciones.

Su madre Iris sobrevivió, y Shirán quedó viva, bajo los escombros, durante más de 100 horas. Israel mandó una unidad de rescate del Arma de Retaguardia de Tzahal. El país fue testigo, a través de las cámaras, de los esfuerzos por salvarla. Finalmente lo lograron, y ahí se la ve en la foto, deshidratada, tomando las gotitas de agua de manos del Dr. Itzik Ashkenazi, desde entonces su «ángel guardián».

Hoy Shirán tiene una nueva familia, «una vida del pasado y otra del presente», separadas. Su mamá se volvió a casar y ahora tiene un hermanito de 3 años, Liel, pero no se olvida de su hermano Arieh, con el que «hacíamos todo juntos, éramos como un matrimonio de chiquitos».

Shirán decidió cerrar el círculo. Hoy se la ve en una nota de Yediot Ajaronot con uniforme de Tzahal. ¿Dónde decidió servir? «También a la Fuerza Aérea le debo un enorme agradecimiento (nunca olvidará tampoco el vuelo en el Hércules que la trajo de regreso a casa), pero vi el cuadro con la foto en la pared de mi cuarto, donde estoy en brazos del Dr. Itzik Ashkenazi, comandante médico del equipo de rescate, y me decidí por el Comando de Retaguardia. No lo consulté, pero cuando se lo conté, se alegró. Hasta el día de hoy él es mi ángel de la guarda. Mi servicio en el Comando de Retaguardia es para mí el cierre de un círculo».

La verdad de la milanesa (sionista)

Esta milanesa es (o era) de verdad, juro que no la inventé, y logré fotografiarla antes de que mi hijo la hiciera desaparecer. Claro, total, a él qué le interesa. Yo la hubiera embalsamado y colgado en un cuadrito, en el hall de la sede comunitaria, con una placa alusiva que diga quién la donó, haciendo gala de dietética autocontención. O editaría posters de la Sojnut con la inscripción: «Israel. Hincale tu diente». Pero es tarde, porque mi hijo me tironeaba, y la foto así salió. ¿Dónde habrá otras milanesas, como aquella milanesa (Shlomo Artzi dixit)? Buen provecho.

Haemet Shel HaShnitzel. La pura verdad.

Haemet Shel HaShnitzel. La pura verdad.

Elecciones: resultados y algunas lecturas

Tzipi Livni es la ganadora de las elecciones de ayer, aunque no pueda formar finalmente coalición. En la última semana, en la recta final, la campaña despertó un poco de su adormilamiento, y en muchos sectores pudo más el miedo a Bibi. A ella parecen haber confluido, en efecto, votos del Laborismo, de Meretz, de las mujeres y de los árabes.

Finalmente le ganó a Biniamín Netaniahu y esa es una victoria personal que no le podrán arrebatar. Tzipi Livni será una líder central en la política israelí en los próximos años, y su partido Kadima ha demostrado que no hereda a otros intentos fracasados de partidos de centro (Shinui, Haderej Hashlishit, Dash, etc.). Sin embargo, quizás repita la historia de Al Gore, que ganó en cantidad de votos, pero quedó fuera de la Casa Blanca.

Otra lectura es que, en realidad, todos perdieron: Livni ganó en votos, pero tiene escasas posibilidades de formar coalición. Netaniahu quedó segundo; puede ser el próximo primer ministro, pero se lo privó de una victoria clara, y ayer reclamaba el triunfo, no del Likud, sino del «sector nacional», la victoria de la derecha, «con el Likud a la cabeza». Casi suena a premio consuelo.

Ehud Barak, líder del Laborismo, que esperaba obtener 20 diputados, obtuvo apenas 13, detrás de Liberman con su partido Israel Beiteinu, al que se le propiciaba 19 diputados en las intenciones de voto. Sin embargo, no parece haber posibilidad de gobierno sin Liberman, y ese es su consuelo y su triunfo.

Shas, el partido religioso sefardí, conserva su peso parlamentario de 11 diputados, y la izquierda sionista tradicional, el Nuevo Movimiento Meretz, sigue su lenta agonía, habiendo obtenido 3 diputados solamente.

Lo que queda claro es que la sociedad israelí, en su eterno pendular, dio en este caso un paso a la derecha. Si Netaniahu quiere, puede formar tranquilamente una coalición de por lo menos 64 diputados, en la que él sería su puntal izquierdo, cosa que no desea.

Las razones de este viraje -que tranquilamente se puede revertir en los próximos comicios- se pueden rastrear en un enojo y un miedo. Enojo contra el actual gobierno de Ehud Olmert (Kadima) por lo que se percibe en la calle israelí como un «desperdicio de oportunidad», la de derribar al Hamás de su gobierno en la Franja de Gaza, después de un operativo militar tan bien ejecutado, y con tan pocas bajas para Israel.

Y el miedo es Irán. Netaniahu ha dicho claramente que «no va a haber un Irán nuclear», negándose enigmáticamente a añadir más, pero no hacía falta. Es evidente que Irán y su inminente poderío nuclear, unido a otras advertencias del ex premier del Likud sobre la posibilidad de que Livni «divida Jerusalem», han surtido buen efecto sobre la mitad de la sociedad israelí.

Una mala noticia para todo el sistema político es la agonía de la izquierda y el progresismo israelí. El Laborismo puede de algún modo atribuir su deshidratación al miedo a Netaniahu, que hizo que muchos migraran a Kadima. No falta quien recomiende en la prensa israelí la urgente fusión entre ambos partidos, entre los que prácticamente no existe diferencia programática. Entre ambos reunirían 41 escaños en la 18° Knesset y serían un factor central indiscutible en este período parlamentario, incluida la posibilidad de ser gobierno.

Los votos también migraron a Kadima desde Meretz, que hoy lame las heridas y les pregunta a los votantes por qué dieron la espalda al partido laico-ashkenazí-progresista. Lo de Meretz se parece a una tragedia griega. A medida que su plataforma histórica va siendo adoptada por los partidos del mainstream, como por ejemplo, «territorios a cambio de paz» y «dos estados para dos pueblos», el partido que representaba a lo «más lindo» del sionismo histórico, a saber: los kibutzim, el socialismo, el pionerismo no violento, el pacifismo y los derechos humanos, es castigado en las urnas en lugar de ser premiado por su triunfo en la historia. Los próximos años, Meretz deberá dedicarse a diseñar una estrategia para no desaparecer en los próximos comicios.

En fin. Los resultados, por el momento, y hasta que se implementen los acuerdos por votos residuales, quedan así:

Kadima (Livni): 28

Likud: 27

Israel Beiteinu (derecha, partido de los nuevos inmigrantes): 15

Laborismo: 13

Shas (ultraortodoxos sefardíes): 11

Iahadut Hatorá (ultraortodoxos ashkenazíes): 5

Ijud Leumí (derecha): 4

Jadash (comunistas): 4

Raam-Taal (árabes): 4

Balad (árabes): 3

Se quedaron fuera por no alcanzar el umbral necesario de votos: Guil (Jubilados), el gran perdedor, pues había gozado de 7 escaños en la Knesset saliente; Ierukim (Verdes, ecologistas), Alé Yarok (Hoja Verde, por la despenalización del uso de drogas livianas), el Movimiento-Verde-Meimad (ecologistas y religiosos sionistas moderados), e Israel Jazaká (derecha, contra el crimen organizado), entre muchos otros.

Pastillas electorales

"A la hora de la verdad, Barak". Siempre y cuando Bibi mire para otro lado, y a Tzipi -como en todos los carteles de Jerusalem- le escrachen la cara, para que nos libre de todo instinto carnal (de votarla).

"A la hora de la verdad, Barak". Siempre y cuando Bibi mire para otro lado, y a Tzipi -como en todos los carteles de Jerusalem- le escrachen la cara, para que nos libre de todo instinto carnal (de votarla).

 

Me siento como en uno de esos diarios argentinos de los años ’40, que usaban palabras como «misceláneas» para sus crónicas costumbristas. Acá lo de «pastillas» es eso y además política, pero quizás sea también, para algunos, pastillas contra la náusea. Ahí vamos.

Día de fiesta

En fin, hoy los israelíes salen a votar y después a gastar en el kenion (shopping, mall). Porque llueve y está feo ahí afuera, y además porque los israelíes, tan acostumbrados a paseos en la naturaleza, están ya acostumbrados, también, a paseos por el ruido de la ciudad y el consumo. Y hoy los kenionim aprovechan, con cientos de ofertas, que mejor ni aparecer por ahí. Parafraseando un aviso estatal, a veces, también un día de fiesta puede ser una pesadilla…

Y en la política

Lo más interesante de estas elecciones es el ascenso de Avigdor Liberman, del partido de derecha, a la derecha del Likud, llamado Israel Beiteinu (Israel es Nuestro Hogar). Las claves habrá que buscarlas en el miedo, las mismas cuerdas que toca desde el comienzo de su carrera Biniamín (Bibi) Netaniahu, líder del Likud y favorito en las intenciones de voto. Así quedan, en este orden: Likud, Kadima (Tzipi Livni), Israel Beiteinu, Avodá (Ehud Barak).

En efecto, en las últimas encuestas Liberman se convirtió en el tercer partido, luego de Likud y Kadima. En estos dos últimos partidos la brecha se ha achicado hasta alcanzar los 3 mandatos de diferencia.

Liberman parece concentrar en sí la suma de los miedos israelíes, empezando por el «asunto no terminado en Gaza» frente al Hamás, y siguiendo por el «enemigo interno», los árabes israelíes, que para el líder derechista, ex mano derecha de Netaniahu, ex militante (en su lejana juventud) del movimiento de ultraderecha religiosa Kaj, son «peores que los externos».

La coalición de sus sueños

Si de miedos hablamos, Bibi teme a Liberman. Dice en su campaña que votar a Liberman no asegura un gobierno «nacional», o sea de derecha. Hay que votarlo a él. Liberman dice que al contrario, votando Israel Beiteinu, se asegura el gobierno de Bibi. Es como votar con boleta doble, como en los regímenes presidenciales. «Votá a Liberman para la Knesset, estarás votando también a Bibi para primer ministro».

Para Bibi, no sólo se trata de la posibilidad de, al final, perder frente a Kadima hoy. Se trata también de un abrazo de oso: él no quiere ser el «puntal izquierdo» de su propio gobierno. Su coalición de los sueños está formada por muchos: Liberman, Shas, Avodá (con Barak como su ministro de Defensa), y entonces sí, se puede invitar a Ijud Leumí por derecha, a Iahadut Hatorá e, incluso, a Kadima. A Tzipi le será difícil rechazar, porque ella quiere «ganar y llamar a un gobierno de unidad nacional». Si pierde, no se sentirá muy unida, pero tampoco será muy coherente si rechaza.

Esperanza para Guilad Shalit

Mientras tanto, en Ciudad Gótica, Egipto ha logrado en los últimos días, con mucho trabajo de hormiga, ir quebrando la oposición de Irán y de Hamás-Damasco a un acuerdo de cese el fuego entre Hamás-Gaza e Israel. Logró que Israel aceptara que un alto líder oculto en los bunkers, Mahmud A-Zahar, pudiera asistir a las negociaciones en El Cairo sin que le cayera un misil israelí encima. Su presidente, Hosni Mubarak, logró que A-Zahar viajara a Damasco a convencer a Khaled Mashal, líder político del Hamás en el exilio, de que dejara al pueblo palestino en paz y cerrara trato para dar vuelta de página.

Mubarak logró también algo para Israel: incluir a Guilad Shalit en las negociaciones. Antes, Hamás se oponía, insistiendo en que se trataba de dos asuntos separados: por un lado, los Qassam y los pasos fronterizos; por otro, Guilad Shalit y el intercambio de prisioneros.

Ahora, el trato, que pareciera inminente, según fuentes egipcias, incluiría todo de un saque: cese de las hostilidades mutuas, apertura paulatina de los pasos fronterizos, incluido el de Rafah entre Gaza y Egipto; intercambio entre el soldado Guilad Shalit y cientos de presos palestinos en cárceles israelíes. Éstos, advirtieron los medios en Israel,  incluirían a terroristas que han perpetrado atentados terribles: el del Hotel Park en Natania, durante el Seder de Pesaj de 2002, en el que 30 civiles israelíes fueron masacrados; los terroristas del restaurante Maxim en Haifa, en octubre de 2003, donde 21 comensales fueron asesinados por una mujer suicida de la Jihad Islámica; también serían liberados los asesinos del entonces ministro de Turismo, Rehavam Zehevi (a) Gandhi.

Egipto e Israel están corriendo contra el reloj, para que estos temas se resuelvan todavía en tiempos de Ehud Olmert, y no en los del nuevo gobierno, y para limpiarle el escritorio a Obama.

En Israel, en tanto, parece ser que la sociedad israelí está dispuesta a pagar el altísimo precio de este dilema de vida o muerte, en el que ninguna solución es aceptable. Sólo se está eligiendo la menos terrible.

Y en Caracas

Una sinagoga ha sido incendiada.

Punto final.

Encuentro de Análisis Post-Electoral

Imagen de la última video conferencia con las comunidades latinas del norte. La del jueves, apta para todo público.

Imagen de la última video conferencia con las comunidades latinas del norte. La del jueves, apta para todo público.

Este martes son las elecciones. El miércoles vienen las repercusiones, empiezan las negociaciones coalicionarias de aquellos que ganaron, y los rendimientos de cuenta para aquellos que perdieron.

Yo los invito a encontrarnos el jueves en la red para analizar juntos lo que pasó y lo que puede pasar de acá en más. Repitiendo el éxito de la web-conference de la semana pasada, la cita es este jueves 12.2 a las 23.oo hora israelí (GMT+2), cosa de ajustarme lo más posible al horario latinoamericano.

¿Cómo acceder? Hagan click aquí abajo, donde dice «Israel, elecciones y después», que los va a llevar a la plataforma de WizIQ.com. Ahí se les va a pedir que se inscriban con email y contraseña, y quedarán inscriptos a la charla. Si hay preguntas al respecto, no duden en escribir. Los espero!

Get your own Virtual Classroom

Invitación: Conferencia Virtual Pre-Elecciones

Invitación a una conferencia virtual que dí ayer, pero que quedó grabada.

Hola a todos. No, no me borré, muy por el contrario. Empecé una nueva etapa de trabajo, con cosas nuevas. Una de ellas, quizás la más apasionante y sorpresiva, por su excelencia y potencial, es el descubrimiento de una nueva plataforma internética para la realización de web-video-conferencias.

Ayer domingo fue la prueba de fuego, organizada por el Dpto. de Acitivdades Sionistas y Hagshamá, de la Organización Sionista Mundial, junto con las comunidades de México y de varios países de Centroamérica.

De este lado, aquí en Modiín, un servidor, junto con Andy Faur el director para América Latina de la OSM. Del otro lado, el rabino Joshua Kullock, digitando la organización del encuentro, y quien nos hizo conocer la nueva plataforma.

En ésta, el conferenciante puede ser visto y escuchado, al tiempo que pasa presentaciones de PPT, videos, docs, escribe en un pizarrón, etc. Ideal para la educación a distancia, y funciona a la perfección. Ni siquiera tiene los cortes de los que habíamos advertido en los casos del Messenger y Skype, sencillamente porque el video ocupa un rincón de la pantalla solamente, consumiendo menos memoria.

La grabación de la conferencia queda colgada durante 30 días. Pero las elecciones son ya la semana que viene, así que apúrense, antes que envejezca.

Entren en el siguiente link (donde dice: «Israel rumbo a las elecciones»), una vez adentro aprieten «View recording», les van a pedir que se inscriban, sólo email y contraseña, nada grave. Cuando aparezca la sesión, en la ventana de la izquierda van a ver la lista de slides. Empiecen desde el slide 27. Que lo disfruten, y espero sus comentarios!