Esta milanesa es (o era) de verdad, juro que no la inventé, y logré fotografiarla antes de que mi hijo la hiciera desaparecer. Claro, total, a él qué le interesa. Yo la hubiera embalsamado y colgado en un cuadrito, en el hall de la sede comunitaria, con una placa alusiva que diga quién la donó, haciendo gala de dietética autocontención. O editaría posters de la Sojnut con la inscripción: «Israel. Hincale tu diente». Pero es tarde, porque mi hijo me tironeaba, y la foto así salió. ¿Dónde habrá otras milanesas, como aquella milanesa (Shlomo Artzi dixit)? Buen provecho.

Haemet Shel HaShnitzel. La pura verdad.
Shtei guedot, la jardal
zu shelanu zu gam jam!
Me gustaMe gusta
Sencillamente, genial!!!
Bendita sea tu capacidad de conservar el buen humor en los tiempos que corren, amigo querido
Un beso grande
Roxana
Me gustaMe gusta
JAJAJA sinceramente increible. Ya lo estoy difundiendo.
Me gustaMe gusta
Marcelo, la milanesa te lo dice: el Golán NO se devuelve.
Me gustaMe gusta
a mí me habían prometido una milanesa mas grande, pero mi padre BenGurion, me dijo, comete está que es lo que hay (por ahora).
El tema es que el cocinero era Ingles y mucho no entendía…
[cuantos chistes a uno se le ocurren eh!]
saludos!
Me gustaMe gusta
Es mi próximo fondo de pantalla del celu 🙂
Un amor.
Gabi
Me gustaMe gusta
La milanesa era más grande, pero Rabin y Sharón nos comieron la mitad, los muy angurrientos… jaja
Me gustaMe gusta