Israel aprueba la duplicación de Kalkilia, ciudad palestina, en territorios C

Kalkilia

En azul, Kalkilia. En amarillo, la ampliación planificada, que duplicaría prácticamente la superficie de la ciudad, tomando territorios C, bajo control israelí según Oslo.

El gobierno israelí aprobó hoy la ampliación de la ciudad palestina de Kalkilia, que duplicará su tamaño, y la construcción de 14.000 unidades de vivienda, que darán cobijo a unas 60.000 personas. Así lo acaba de informar el Canal 2 de televisión israelí.

La zona en la que se ampliaría la ciudad, que linda con la ruta de peaje israelí 6, tomaría territorios C, bajo control del ejército israelí, según lo pactado en los Acuerdos de Oslo II. Según el periodista Udi Segal, se trataría de parte de un compromiso asumido por el premier Biniamín Netanyahu ante Donald Trump como parte de gestos de buena voluntad para poner en marcha el proceso de paz.

Los colonos de los territorios pusieron el grito en el cielo, y dijeron que se trataba de «siete veces más viviendas que lo aprobado para los colonos en los últimos años, en una ciudad de la que salieron tantos atentados terroristas contra ciudadanos israelíes».

El antisemitismo en Chile es lo que aumenta (y no la lucha contra la ocupación)

 

Del muro de Gisela Fischman

Queridos amigos y contactos de FB:
Esta semana 13 jugadores de fútbol del Estadio Israelita jugaron un partido contra los del Estadio Palestino en el Estadio Palestino. Fueron insultados por unas doscientas personas con frases como «judios culeados», «tus abuelos se quemaron en el horno» y otras más, una peor que la otra. Al final, fueron agredidos físicamente.
Esto está pasando hoy en Chile, no en Europa ni en Israel. El nivel de odio antisemita en las redes sociales chilenas sigue aumentando y sólo he visto reacciones de desaprobación a estos hechos en comentarios de mis contactos judíos.
El resto es silencio.
Si alguien más considera que este tipo de racismo es inaceptable, los invito a manifestar su repudio.

AGREGO YO:

El diario El Mercurio de Chile publicó una solicitada de la Federación Palestina de Chile con el famoso ícono del mapa en el que «los sionistas» van «borrando» a Palestina, en conmemoración de 50 años de ocupación. Además de ser un engaño histórico, no es un llamado a la paz basado en dos estados, sino un llamado a lo mismo que están denunciando pero al revés: borrar a Israel del mapa. No por casualidad la secuencia empieza en 1946 (cuando no había estado israelí NI palestino), no en 1967. Como respuesta, me llegó otra secuencia, que muestra los planes de paz propuestos por Israel, rechazados sistemáticamente por la parte palestina. Para mi gusto, si es una respuesta, podrían haber agregado el mapa de 1947. Aunque lo cierto es que ya ni los palestinos del Medio Oriente van tan atrás, quizás porque les da vergüenza haber tomado tan malas decisiones, una y otra vez. Los palestinos chilenos, que son cristianos (y por lo tanto les debería preocupar más la persecusión de los árabes cristianos en todo el Medio Oriente, incluida la Autoridad Palestina), buscan ser más palestinistas que los palestinos. Pero la historia no se puede falsear esgrimiendo el supuesto derecho a construir narrativas. Las narrativas están bien. La mentira histórica está mal. Pero el problema ahora es el antisemitismo galopante en Chile, y medios importantes como El Mercurio tendrían que evaluar su posición a la hora de vender espacios para mensajes problemáticos.

En las fotos, la publicación en El Mercurio, y los mapas de respuesta.

PalestinaMercurio PropuestasPazRechazadas

Intento de limitar la libertad de expresión política en los claustros académicos israelíes

MiriRegevNaftali

Miri Reguev y Naftali Bennet. Netanyahu tendrá que decidir en qué momento dejar de jugar con ellos a quién es más derechista, poner bozales a los Rottweiler en su coalición, y preservar la democracia israelí.

Por Marcelo Kisilevski
¿No están ocurriendo demasiado seguido estos intentos de la derecha por acallar lo izquierdista, lo liberal, lo distinto, en Israel?
 
Uno podía entender que Miri Reguev, ministra de Cultura, vociferara en la apertura del Festival Israel contra el financiamiento estatal de piezas teatrales que muestran desnudos en vivo en escena. Después de todo, es Miri Reguev. Uno puede denunciar, advertir, oponerse, pero no escandalizarse: ya pasamos el umbral de sorpresa e histeria.
 
El problema es cuando el ministro de Educación, Naftali Bennet, le pide al Prof. Assa Kasher redactar un «código ético» para los titulares de cátedra universitarios israelíes, que les prohíba pronunciarse políticamente en sus clases y en sus investigaciones. El informe que redactó Kasher también llama a nombrar un «comité regulador» que revise los dichos de los docentes y «atienda las denuncias de los estudiantes». Es decir, un cuerpo inquisitorial.
 
Existe un problema en las universidades. La ideología dominante es de izquierda, lo cual no sería problema en sí mismo. El problema reside en que han escuchado voces que indican que quien no responda al tono izquierdo del discurso académico hegemónico, sufre actitudes de marginación, cuando no de persecución política. Eso está mal. 
 
Pero de ahí a prohibir a un docente expresarse políticamente, cuando tantas áreas académicas están ligadas a lo político y, en general, no existe lo no político cuando se trata de lo universitario, hay un trecho. Se ha argumentado: «¿Por qué un profesor de biología tiene que decir que se opone a la ocupación de los territorios?» Respuesta: es improcedente, porque hace perder tiempo a los alumnos respecto del contenido de la materia; dependiendo el contexto, puede ser incluso poco profesional; pero no hay violación a la ética, ni a la moral, ni a la ley, y no puede estar fiscalizado por un «comité de sabios», so pena de sanciones. ¿Y dónde estará el límite? ¿Quién se arrogará el derecho de fijarlo?
 
¿Los profesores deberán ir a clase con grabadores y con abogados? ¿Y qué dirán Kasher y Bennet cuando empiecen a llegar denuncias contra profesores que defiendan a los colonos o combatan al BDS desde sus claustros?
¿Qué dirá a todo esto el premier Netanyahu? Como republicano de derechas, pero republicano al fin, uno esperaría que acortara las riendas de sus Rottweiler. Hasta ahora, cada vez que Bennet intentó ganarle por derecha, Bibi se vio «obligado» a superarlo, por su obsesión de no se escapen votos hacia su adversario dentro de la coalición. Ocurrió en el caso del soldado Elor Azaria y otros. ¿También aquí huirá hacia adelante?
 
Es cierto: como en tantos otros casos, no es un hecho consumado, aún el Consejo de Educación Superior lo debe aprobar, etc. Por ahora se trata de cacareos sin dientes. Pero la pregunta que me irrita la mañana es: ¿no están ocurriendo demasiado seguido estos episodios cacareantes y preocupantes en Israel?

EL PERIODISTA DAN MARGALIT, DESPEDIDO DE «ISRAEL HAYOM»

DanMargalit

(Noticia ideal para el Día del Periodista, que se festeja en Argentina)

«Mi manutención cayó en defensa de la libertad de expresión», twitteó Dan Margalit, decano del periodismo israelí. Entre otros affaires, fue quien destapó la existencia de una cuenta en dólares de la esposa de Itsjak Rabin en 1977 (prohibido en esa época), lo que por entonces fue razón para que el premier renunciara.

Si Israel Hayom era y es el diario gratuito abiertamente pro-Netanyahu, pergeñado por el amigo de este, el multimillonario judeo-norteamericano Sheldon Edelson, cabría preguntarse qué hacía Margalit allí desde el primer día, hace 10 años. Su línea anti-Olmert fue funcional al pasquín, pero en los últimos años comenzó a criticar a Bibi, lo cual hablaba bien del pluralismo en ese medio, pero no cumplía su «raisson d’etre». Su salida era cuestión de tiempo.

También cabría preguntarse por la función de la prensa en una democracia, su relación con el gobierno y con el poder del dinero. ¿No tiene un millonario derecho a abrir un medio en el país (democrático) que quiera y para defender lo que se le cante? Si pone en peligro al principal diario israelí (Yediot Ajaronot), ¿le tiene que importar al Estado, en el que hay libertad de prensa y de empresa? ¿O la prensa tiene una función social, su pureza como canal de pluralismo y exento de ideologismos espurios debe ser defendida lo más posible por los estamenos estatales y ergo, Israel Hayom, un medio creado por capitales extranjeros para defender a un político encaramado desde hace demasiados años en el poder, debió y debería ser prohibido?

Una copa levantada a la salud de Dan Margalit: desacreditado durante muchos años como perrito faldero de Bibi, cae parado de esta, como los gatos, después de haber cobrado suculentamente durante la última década. En tanto, el debate en Israel vuelve a estar al rojo, y tiene a este periodista otra vez en el centro.