ISIS financiado por Hamás

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Por Marcelo Kisilevski

Si había alguna duda de que el Hamás era ISIS e ISIS es Hamás, la nota de ayer de Alex Fischman en Yediot nos cuenta algunas novedades al respecto, no exentas de paradojas.

Efectivamente, quienes diferencian uno de otro basados en la cantidad de muertos que provocan, se basan en inconscientes criterios ligados a lo politically correct, al multiculturalismo, y a la defensa de la causa palestina. Pero flaco favor le hacen al pueblo palestino al defender al Hamás en su nombre. Lo cierto es que, si se diferencian, es en el enemigo que tienen enfrente. ISIS mató y mata decenas de miles porque puede. Hamás lo intenta también, con decenas de miles de cohetes de diverso alcance lanzados contra objetivos también civiles, por no hablar del resto de sus formas de atentados terroristas, coyunturalmente en baja. Sencillamente fracasa, pero quiere. Su fracaso, el hecho de que «no mata tanto», no debería retratarlo como el underdog a los ojos del mundo, mucho menos del progresista. Lo repetiremos hasta el cansancio: la debilidad en un conflicto no otorga automáticamente la razón.

Según detalla Fischman, el brazo armado del Hamás en la Franja de Gaza transfirió en el último año decenas de miles de dólares por mes a la filial de ISIS en el Sinaí egipcio, como parte de la cooperación militar y estratégica que se va estrechando entre ambas organizaciones terroristas.

Fischman explica que el brazo armado de Hamás maneja un aparato financiero separado del resto de la organización en la Franja. El trato con ISIS es: Hamás paga a miembros de ISIS en Egipto para hacer guardia y resguardar los depósitos y arsenales de armas y pertrechos contrabandeado vía Sinai hacia dentro de Gaza. Se trata de grandes cantidades de explosivos para la fabricación de cohetes  y la construcción de instalaciones militares de Hamás.

A cambio, Hamás paga salarios de miembros de ISIS y, también, le proporciona equipamiento militar y entrenamiento. Gracias a ello, ISIS-Sinai se convirtió, de una banda de terroristas salafistas montañeses sin demasiada capacidad, en un mini ejército uniformado y entrenado, con armamento sofisticado, como misiles antitanques y otros. ISIS es hoy, gracias a Hamás, la pesadilla más grande del presidente egipcio A-Sisi, que por ahora solo se atreve a bombardearlos desde el aire. Hamás también proporciona infraestructura logística a ISIS, por ejemplo, facilitando el traslado de heridos a Gaza para su tratamiento médico.

En las fuerzas armadas israelíes, que siguen de cerca este desarrollo, señalaron una paradoja clara detrás de esta cooperación macabra: el principal apoyo financiero para el brazo armado del Hamás en Gaza proviene de Irán, que combate ferozmente a ISIS en Siria y en Irak. No pocos soldados iraníes murieron en estos combates. Pero justamente en el frente de Gaza-Sinai, los iraníes son los que financian –por medio de Hamás- la actividad de ISIS.

Fischman agrega que otra parte nada pequeña de los fondos del brazo armado hamásico provienen de los impuestos que paga el palestino de la calle en Gaza. Agrego yo: mucha ayuda internacional llega a las calles de Gaza por parte de organizaciones bien intencionadas de derechos humanos, quienes, más allá de leyes de vigilancia a las ONGs que se proponen a cada rato desde la derecha israelí, deberían preguntarse seriamente qué se está haciendo con su dinero.

BALANCE INCOMPLETO 5775: ISRAEL, O… LOS PARANOICOS QUE ISIS E IRÁN PERSIGUEN

Lo que le falta crecer a Herzog. Imagen de un improvisado debate televisivo, que se transformó en ícono de la derrota de Herzog a manos de Netanyahu.

Lo que le falta crecer a Herzog. Imagen de un improvisado debate televisivo, que se transformó en ícono de la derrota del líder de Majané Tzioní (laboristas) a manos de Netanyahu.

Por Marcelo Kisilevski

¿Cuáles son, en Israel y el Medio Oriente, los eventos centrales del año 5775 que termina?

El evento central en Israel del año hebreo que termina es, sin duda, la reelección de Biniamín Netanyahu como primer ministro. Los analistas se esfuerzan por descifrar el secreto de este político, al que no todos quieren, pero que nadie sabe por quién ni cómo reemplazar. En el propio Likud es quizás uno de los más aborrecidos, pero ganó las internas precisamente por no hallar dentro del partido de gobierno un reemplazo apropiado que pudiera ganar en las nacionales.

Finalmente ganó el miedo, una sensación de seguridad que Itzjak Buyi Herzog no pudo ofrecer al ciudadano común. No fue solo la frase de Bibi en Youtube, «los árabes corren masivamente hacia las urnas», ni los lapsus de los izquierdistas ashkenazíes que acusaron a los «besadores de amuletos», los religiosos y sefardíes. Estas fueron frases desafortunadas, que revelan que todavía los cortes y las adversidades dentro de la sociedad israelí todavía están vivos.

Pero las amenazas externas, fuertes y rotundas, ayudaron más aún al reelecto premier. Frente a las amenazas de Hamás, desnudadas más que nunca por el fenómeno ISIS, vale la frase inmortal de Woody Allen: «Que uno sea paranoico no significa que no lo estén persiguiendo». Herzog, además de oponer una alternativa cuerda y de hablar de seguridad y no sólo de economía, deberá todavía trabajar mucho sobre su imagen… si es que sobrevive a las próximas internas laboristas. Muchos votantes dijeron: «Solo Bibi me da una sensación de seguridad». Otros, tradicionales votantes del Likud, casi se disculpaban: «¿Y a quién otro quieres que vote?» Suena como votar por el mal menor, sobre todo teniendo en cuenta que muchos votantes de Bibi pertenecen a las capas más pobres de la población, que seguirán siéndo pobres gracias a su política. Para Netanyahu, no obstante, fue suficiente.

El gran éxito de las elecciones se lo llevó, sin embargo, la bancada árabe de Ayman Uda, por haber logrado unificar a políticos que van desde la devoción musulmana, a veces rayana en el apoyo al islam radical, pasando por un polígamo, hasta otros diputados árabes que apoyan los derechos de los homosexuales. Se trata de una obra de ingeniería política nada desdeñable, en la que políticos tan dispares entendieron que la unión puede valer la pena para convertirse en la tercera bancada del parlamento israelí.

No podemos olvidar que este es también el año del odio, en el que un jaredí (judío ultraortodoxo) acabó con la vida de Shira Banki, una adolescente de 16 años que participó en una Marcha del Orgullo Gay en Jerusalén, y en que extremistas judíos de ultraderecha religiosa incendiaron la casa de la familia palestina Dawabsha en la aldea Duma, acabando con la vida de Ali, un bebé de un año y medio, y sus padres. Meir Etinguer, sospechoso de pertenecer a una célula terrorista judía presuntamente relacionada con el ataque, dijo desde su lugar de arresto que su grupo seguirá luchando por «crear el Estado de Judea», un Estado halájico que regrese a las fuentes de la época del rey David.

El año en la región

En el Medio Oriente, las diez guerras ya se han cobrado más de medio millón de vidas y producido cerca de diez millones de refugiados. Cuatro de esos millones, los sirios, tocan hoy a las puertas de Europa, y el cadáver de un niño de dos años tirado en la playa les cuenta a los europeos que el problema ahora es de ellos. En Siria el problema tiene nombre y apellido: Bashar El Assad, al que Rusia e Irán corren esta semana a ayudar abiertamente con armas y tropas. El bloque occidental, liderado por EEUU, deberá responder también a esta realidad.

No es fácil decidir apoyos y leer alianzas. Los rusos y los iraníes buscan la estabilidad de Assad en contra de ISIS, que también es enemigo de EEUU y de todo Occidente. Si «gana» Assad, Irán seguirá a las puertas de Israel. Si gana ISIS, en negociación para aliarse con el Frente Nusra, el Al Qaeda sirio, es el islam radical sunita el que amenazará las fronteras de Israel.

No es solamente ISIS, pero esta organización se terminó de revelar este año como el nuevo reino de la brutalidad a escala mundial. La organización adscribe a la ideología de Rashid Bagdadi, ya muerto, que opinaba que cuanto mayor fuera la crueldad, cuantas más cabezas rodaran, literalmente hablando, más pura se volvería el alma del creyente.

Entre otros males, la institución de la esclavitud ha renacido en todo su esplendor en el universo ISIS. Miles de habitantes del Medio Oriente, en su mayoría otros musulmanes pero también cristianos, son vendidos y comprados en los mercados de Irak y Siria. Y la discusión teológica hoy gira en torno a si le está permitido al hombre musulmán mantener relaciones sexuales con la esclava de su esposa. Y las opiniones en este crucial debate están divididas entre los «sabios» de ISIS…

La organización terrorista ya es no solo la más cruel sino también la más rica del mundo, pues maneja un país de más de diez millones de habitantes, en un territorio que ocupa casi medio Irak y un tercio de Siria, cobrando impuestos y comerciando con petróleo en el mercado negro internacional. La frontera entre ambos países ha desaparecido, y Occidente tendrá que decidir qué actitud tomará ante el nacimiento de un país nuevo autobautizado «El Califato», que en el camino amenaza con borrar otros dos países miembros de la ONU: Irak y Siria. ISIS ya ha anunciado que su agenda de conquistas incluye Libia, Egipto, Israel-Palestina, Líbano, Jordania y Arabia Saudita. Según la teología de Dar El Islam, aquel espacio imperial árabe que abarcaba las conquistas de Mahoma, los Cuatro Califas Rectos y la Dinastía Omeya, es solo el comienzo. Lo cierto, para el que quiera pensar con lógica, es que ISIS no se detendrá solo, y Occidente tendrá que decidir, aquí también, cuál será su actitud.

Este es también el año del acuerdo entre las potencias occidentales e Irán por el plan nuclear del país de los ayatollas. La discusión sobre el desempeño del premier Netanyahu es una discusión entre políticos israelíes. Queda claro, al final del día, que se trata de un acuerdo sumamente problemático que, como mucho, posterga la adquisición por Irán de armamento nuclear. Los países árabes se oponen tanto o más que Israel al acuerdo, solo lo manifiestan con menos ruido que el premier israelí. Cuando se termine de sellar el acuerdo, las relaciones entre EEUU e Israel se revelarán como vivas, coleando y más fructíferas que nunca para Israel en el plano militar, pues la Casa Blanca y, especialmente, el Pentágono, querrán mimar a Israel en compensación. Mientras Obama sueña con neutralizar la hostilidad de Irán al convertirlo en «un actor relevante para la estabilidad del Medio Oriente», el líder espiritual iraní, el ayatolla Alí Khamenei, ya anunció que su país seguiría luchando junto a sus aliados para exterminar a Israel, prometiendo que el Estado hebreo dejará de existir «en el lapso de 25 años».

En todo ese contexto, en medio de un tsunami de islam radical, el gobierno de Netanyahu anuncia que está dispuesto al diálogo sin condiciones previas con la Autoridad Palestina de Mahmud Abbas. Se trataría de un paso inteligente, que acompañaría los esfuerzos de Turquía por mediar en emprendimientos económicos, la tan mentada «Pax económica», entre ambas partes en conflicto.

Economía y cultura

A nivel socio-económico en Israel, ni las medidas del anterior ministro de Economía, Yair Lapid, ni las elecciones, en las que Bibi prometía en vano hacer descender el precio de la vivienda, parecen lograr reducir el costo de vida, y la brecha entre ricos y pobres aumenta. Doscientas mil familias necesitarán en estas fiestas asistencia de las numerosas ONGs que reparten canastas de comida para la cena de Rosh Hashaná, un aumento significativo respecto del año pasado. Muchos matrimonios jóvenes que viven con sus padres, abren la ventana y miran a otros países donde logren hacer que su salario alcance. El país que más se escucha nombrar como destino migratorio, igual que para muchos sirios, es Alemania.

Sin embargo, Israel sigue siendo meta migratoria para muchos otros grupos, entre ellos, aquellos judíos que ven crecer el antisemitismo en sus países. Uno de ellos, es Francia, pero cada vez aumentan los lugares en el mundo donde circular por la vía pública con kipá puede resultar en una experiencia llena de tensión, por decirlo delicadamente. La «aliá» a Israel motivada en el malestar espiritual más que en el económico, ha crecido en el año que termina. En lo económico, Israel no es un país fácil, pero esto está medido en términos del primer mundo.

Como párrafo cultural, la noticia de este año es el nombramiento de Miri Reguev como ministra de Cultura. Reguev se había hecho famosa como portavoz del ejército israelí durante la Desconexión de Gaza y en la Segunda Guerra del Líbano. A su retiro, se incorporó sin dudarlo al Likud. Desde el principio se manifestó como un «patito feo» de la política israelí, a veces provocativa, siempre polémica. El ministerio de Cultura estaba claramente fuera de su zona de confort. Hoy enarbola con ruido de petardos la bandera de la cultura periférica no ashkenazí, con una agenda declarada de poner a la periferia israelí, tanto social como geográfica, en el mapa de la cultura, aún al punto de recortar significativamente los presupuestos de la cultura hegemónica mainstream, ashkenazí, occidentalizante, de Israel. No es una visión descartable persé. La pregunta que muchos se hacen es entonces por el estilo: ¿hace falta pelearse, para tan noble fin, con la actriz símbolo de la alta cultura israelí, la enorme actriz Guila Almagor y con todos los hacedores de la cultura «telavivense»? ¿Hace falta amenazar con negar presupuestos a producciones artísticas que según su visión política «deslegitiman a Israel», produciendo titulares y atrayendo fuego innecesario?

Para 5776, cabe esperar un año hebreo con menos enfrentamientos, donde la norma sea la convivencia, la solidaridad y la paz. Que esta no sea una frase de circunstancia. Shaná Tová.