TRUMP Y JERUSALÉN: ¿UN AUDAZ O UN DEMENTE?

TrumpJerusalem

Por Marcelo Kisilevski

La decisión de Trump es la corrección de una extraña anomalía: todo país soberano tenía el derecho de fijar su capital, menos Israel. La pregunta no es por si la decisión es correcta, sino por su timing. ¿Qué consecuencias podría tener para la paz con los palestinos y las relaciones con los países sunitas frente al desafío iraní? ¿Puede haber violencia y muertos? Si es así, ¿valía la pena una decisión semejante, que no pasa del terreno simbólico? ¿Trump es un audaz, o un elefante demente en un bazar?

1) LA DECISIÓN DE TRUMP ES LA CORRECTA

Primero, ¿en qué consiste la decisión de Trump? Es una decisión por default: más que hacer algo, es no hacerlo. Una ley del Congreso norteamericano de 1995 ya determinaba que Jerusalén es la capital israelí, y llamaba al Ejecutivo a mudar la embajada a esa ciudad. La ley, eso sí, tenía un apartado al que llaman “waiver”, exención, de hecho una postergación de medio año: si el presidente firma el waiver cada seis meses, la ley no debe ser ejecutada. Tres presidentes, desde entonces, han firmado religiosamente el waiver dos veces por año. Ayer, Trump anunció que dejaba de firmarlo, y que la embajada sería mudada a Jerusalén, por fuerza de la ley de 1995. Eso es todo.

El reconocimiento del presidente Donald Trump de Jerusalén como capital de Israel es la corrección de una anomalía: Israel es el único país soberano que tiene una capital sobre la cual el resto del mundo le dice: «No, no lo es. Es Tel Aviv, y allí pondremos nuestra embajada». Es una locura. Es como si todo el mundo comenzara a decir que los países, por fuerza de su soberanía, no pueden fijar su capital, y comenzaran a decirle a, digamos, la Argentina, que Buenos Aires no es la capital, sino Rosario. Nunca hubo discusión sobre la soberanía de Israel sobre la parte occidental de Jerusalén. ¿Hay disputa sobre la parte oriental? ¿Qué tiene que ver? El mundo no tiene por qué meterse ni tomar partido: se arreglará en negociaciones. Quien esto firma está a favor de una solución negociada para dar algún tipo de expresión al reclamo palestino de una expresión soberana en Jerusalén, incluida la posibilidad de la fórmula Clinton: “una ciudad, dos capitales, para dos pueblos”. Pero eso no tiene nada que ver con Jerusalén occidental, cuya soberanía es ya reconocida por los acuerdos de cese el fuego de Rhodas en 1949 con Jordania y demás países árabes, y desde entonces por el mundo. Embajadas, parece, fue demasiado para este, y eso es lo extraño.

Jerusalén es la capital, también, de modo efectivo: todas las instituciones de gobierno están allí. ¿Cuál es la idea de colocar una embajada en otro lugar, solo porque el país tiene un diferendo limítrofe? Llevado al extremo, es como si el mundo retirara sus embajadas de Santiago de Chile y de Perú, y las pusieran en Valparaíso y Cuzco respectivamente, solo porque no arreglan sus asuntos limítrofes y/o le dan salida al mar a Bolivia. Más al extremo aún, países que decidan retirar sus embajadas de Brasilia y trasladarlas a Río de Janeiro, porque Brasilia es una capital artificialmente creada; y porque es aburrida, y en Río hay playas y carnaval. Cualquier razón justificar que los países se metan unos en las decisiones soberanas de otros. Pero se meten solo con las de Israel. Raro, ¿no?

Se aduce la sensibilidad de Jerusalén como centro de los tres monoteísmos. ¿El mundo tiene miedo que esta definición cercene los derechos religiosos de los demás credos? Me disculparán, pero en los hechos, la única época en la que hubo y hay libertad de culto es bajo soberanía israelí. En todas las demás épocas ha habido problemas. Por supuesto los ha habido en las épocas musulmanas, la última de ellas la jordana, entre 1949 y 1967, cuando los judíos no podían rezar en el Kotel. El mito de “Al Aqsa está en peligro” es solo eso: un mito urbano, fogoneado desde los años ‘20 del siglo 20 hasta nuestros días. En los hechos, el Waqf (autoridad religiosa musulmana sobre los lugares sagrados) es una especie de isla de soberanía musulmana en Jerusalén, donde la jurisdicción israelí existe, pero no se ejerce.

2) LA DECISIÓN DE TRUMP ES PROBLEMÁTICA

¿La decisión de Trump puede traer problemas? Claro que sí. La discusión no es por la esencia de la decisión, que es justa y correcta, sino por el timing. El presidente de la Autoridad Palestina Mahmud Abbas ya ha “despedido” a EEUU como mediador en el proceso de paz entre Israel y los palestinos. Cabría preguntarse qué proceso de paz había antes de la decisión. Pero no nos confundamos con hechos.

Obama, en mi opinión, tenía mejores chances como mediador “imparcial”: era rechazado por Israel, por percibirlo como propalestino, y por los palestinos, por la tradicional amistad de EEUU con Israel. Su último acto en tal sentido, antes de bajarse del escenario de la historia, fue también decidir “no hacer”, cuando se abstuvo de poner veto a una grave sanción del Consejo de Seguridad de la ONU que calificaba a los asentamientos de toda Cisjordania, incluida Jerusalén, como ilegales. Al mismo tiempo, fue el gobierno norteamericano que más ayuda otorgó a Israel en dinero y armas. Desde esa actitud, tenía más posibilidades de traer a las partes a la mesa de negociaciones. El de su secretario de Estado, John Kerry, en 2014, fue un intento serio. Sin embargo, fracasó estrepitosamente, como tantos intentos anteriores. 

Desde el desastre que les implicó la Intifada de Al Aqsa, desde la muerte de Arafat y su mejora en la calidad de vida a partir de 2005, los palestinos de Cisjordania parecen haber decidido por la vía diplomática o no violenta para tratar con Israel. Ante los sucesivos operativos israelíes en Gaza, el Hamás nunca logró incitar efectivamente a una Tercera Intifada. Los cisjordanos protestaron contra la ocupación, donaron arroz y mantas a sus hermanos palestinos, pero de salir a la calle con piedras, ni hablar. La última ola de atentados con cuchillos y atropellamientos, fue un juego de niños al lado de las verdaderas Intifadas y la era de los atentados suicidas. La pregunta es si eso será cierto también esta vez. En los hechos, los últimos conatos de violencia cisjordana no fueron en los territorios de la Autoridad Palestina sino en Jerusalén oriental, véase el caso de los detectores de metal en la Ciudad Vieja. Allí, los palestinos no están bajo la AP sino bajo Israel, en una relación de amor-odio. Veremos si la parte de odio en la relación se reedita también esta vez, y cuánto dura. Por las dudas, Trump pidió a Israel festejar moderadamente su anuncio, no provocar a las fieras. Y también a los palestinos les pidió llamarse a sosiego, que su anuncio podía constituir buenas noticias también para ellos: sigo apoyando la solución de dos Estados, y los intereses de ambas partes, incluso en Jerusalén, les dijo. Del Monte del Templo, dijo que se llama también «Al-Jaram Al-Sharif«.  

Mientras tanto, en Gaza, Hamás amenaza (cómo no) con violencia, y asegura que “Trump ha abierto las puertas del infierno”. ¿Logrará arrastrar esta vez a los palestinos, que quieren dar una vuelta de página de su era violenta, a una Tercera Intifada? Es dudoso, pero no imposible. Trump ha decidido no dejarse extorsionar. Las amenazas de violencia, o el hecho de que habrá muertos, dice, no debe dictarnos políticas de Estado. Véase la actitud de Trump en el caso norcoreano. ¿Un tipo audaz, dueño de una firmeza sin precedentes en la historia política mundial, o un demente?

Queda por saber qué actitud tendrán, en los hechos, los países sunitas moderados, alineados, en secreto a voces, con Israel y EEUU en contra de su verdadero enemigo, Irán. La decisión de ayer pondrá a prueba la fragilidad o fortaleza de esa alianza. Mi opinión es que la alianza sunita-israelí-norteamericana es mucho más fuerte que cualquier acto simbólico como lo puede ser el traslado de una embajada. Hay muchos intereses, dinero y enemistades atávicas (mucho más atávicas que el antisionismo) puestos en juego. Los egipcios, jordanos y sauditas atacarán verbalmente la decisión, pero no mucho más. El único que parece querer ir más lejos, quizás por no tener hoy por hoy problemas con Irán, es el presidente de Turquía, Recyyp Erdogán, que ha anunciado que esta medida llevaría a su país a romper relaciones con Israel. Veremos cómo sigue eso.

Trump dijo ayer que el repetido no reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel por miedo a que eso aleje la paz se parece al método del loco, que repite una y otra vez la misma actitud esperando consecuencias diferentes. Ese no reconocimiento no ha acercado la paz ni siquiera en un centímetro. A 22 años de la ley del Congreso, y de dar intentar siempre lo mismo esperando resultados distintos, hoy probamos otra cosa.

3) LA DECISIÓN DE TRUMP ES HISTÓRICA

La discusión por la decisión de Trump no es de esencia sino de timing. Seguramente, el mandatario estadounidense está movido por intereses que tienen que ver más con su situación doméstica, ante el peligro de impeachment y destitución, y con distraer la atención de esos problemas, que con un sincero deseo de cumplir promesas electorales a sus votantes. De hecho, dicen sus críticos, es la única promesa electoral, de cientos que formuló en su campaña, que se siente en condiciones de cumplir. Con todo el resto le ha ido muy mal.

Mi opinión al respecto es que eso no le quita ni le saca valor a la decisión. Por un lado, nunca habrá «timings» correctos, porque todos estos asuntos son y serán siempre complejos. Segundo, prácticamente todas las decisiones políticas de peso en el mundo, han estado siempre teñidas de motivaciones espurias, más personales que de fondo. Parece que es así como avanza la historia. Siempre hay coyunturas, situaciones, atenuantes, enfrentamientos personales. Decisiones de Estado que un mandatario toma para esquivar a la justicia (véase Sharón en la Desconexión de Gaza), o para no tener que ir a elecciones, o para superar a un opositor en las internas, o todo tipo de pequeñeces y politiquerías por el estilo. Esta no es la excepción.

Por eso, más que buena o mala para la paz, más que si el timing es valedero o no, más que si es traerá violencia o no, el calificativo más seguro para la decisión de Trump de ayer, es: histórica, y correcta en esencia. Nadie puede predecir el resto.

Obama y Kerry: el «legado»

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Por Marcelo Kisilevski

Dado que el no veto norteamericano en la resolución del Consejo de Seguridad y el discurso de John Kerry no son útiles a la paz, a este cronista le queda una sospecha irónica para intentar adivinar las verdaderas intenciones de la Administración saliente.

Hay dos planos en el discurso final del Secretario de Estado norteamericano John Kerry, ayer. Uno es el del contenido y otro es el del andamio político/tono/química/timing. En el plano del contenido, nada nuevo. Primero, los principios de la Administración Obama para el arreglo del conflicto entre Israel y los palestinos, que ya vienen de su intento de mediación de nueve meses: 1) Retirada israelí a los límites de 1967 con intercambio de territorios. 2) Dos estados para dos pueblos. 3) Solución justa para los refugiados palestinos. 4) Jerusalén, capital de los dos estados, sin dividirla nuevamente. 5) Necesidades de seguridad de Israel deben ser garantizadas, pero fin a la ocupación.

Segundo, en ese mismo plano del contenido. Kerry echó las culpas sobre Israel, «el gobierno más derechista que supo su historia» y dijo que la política de asentamientos «lleva a un solo estado, que no podrá ser judío y democrático a la vez». Pero Kerry no habló de la intransigencia palestina. Existe una responsabilidad de la parte débil en el conflicto, y Kerry solo habló de «incitación y violencia», a la que debe ponerse fin, pero no dijo quién es el responsable por esa incitación, que ocurre de modo brutal en la calle, en las instituciones y en las redes sociales del lado palestino. Tampoco mencionó que la Autoridad Palestina rechazó todas las propuestas de Israel en 2000, en 2008 y la última: la del propio Kerry en 2014, que planteaba lo mismo que dijo ayer. Y lo que es peor: los palestinos nunca ofrecieron ninguna propuesta en lugar de su rechazo. Rechazo y punto. A veces peor: rechazo y violencia. Así no me enseñaron a negociar. Lo cual hace sospechar de la agenda oculta de los palestinos: ¿de verdad buscan dos estados para dos pueblos?

Pero volviendo a Kerry, también agregó que EEUU no fue el que impulsó la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que declara ilegales los asentamientos judíos en Cisjordania.

El problema básico de esa resolución es que el Consejo de Seguridad de la ONU representa el lado jurídico de las relaciones entre los países del mundo, y no puede ser convertido en un foro político cualquiera, como sí lo puede ser la Asamblea General o el Consejo de Derechos Humanos. Las resoluciones del Consejo General son vinculantes. Si bien esta no ordena el desmantelamiento de las colonias ni ordena sanciones, abre ahora las puertas para eventuales acciones concretas contra Israel, por ejemplo demandas en la Corte Internacional de La Haya por supuestos crímenes contra la humanidad, que ahora estarán basadas en este precedente. EEUU era un dique contra este abaratamiento del Consejo General.

Porque lo cierto es que los asentamientos pueden ser injustos, incorrectos, hasta inmorales y no conducentes a la paz. Incluso estratégicamente estúpidos. En ese plano podemos estar de acuerdo. Lo único que no se puede decir de las colonias, en cambio, es que sean «ilegales».

Pues la ocupación, jurídicamente hablando, ocurrió en Sinaí. Allí existía soberanía previa egipcia. En ocasión de los acuerdos de Camp David, Israel devolvió el Sinaí a Egipto a cambio de reconocimiento y paz. También, mal que les pese a algunos israelíes, existe ocupación en el Golán, y cuando haya paz con Siria -a este paso no se sabe cuándo- se deberá devolver el Golán a Siria, o rentárselo por 99 años tipo Hong Kong.

Pero en Cisjordania y Gaza no había soberanía previa palestina ni de nadie. Existen solo dos territorios en el mundo sin soberanía alguna: la Antártida y Cisjordania-Gaza. Es la ley internacional. Jordania había anexado unilateralmente ese territorio luego de la guerra de 1948 (lo hizo formalmente en 1950, para más datos), una anexión no reconocida internacionalmente -como tampoco es reconocida la anexión israelí del Golán y de Jerusalén Oriental- y la «desanexó» en 1988 cuando la declaración virtual de independencia por Arafat desde Túnez. Por eso, se puede apoyar la entrega de los territorrios a los palestinos, pero no hay devolución. 

Y por lo tanto, no hay ocupación. La hay, ciertamente, en el tipo de relación generada entre el ejército y los habitantes palestinos, pero no en el de la ley internacional. Debe terminarse, claro, pero en el plano de la política. Pues si nos quedamos en lo jurídico, los israelíes tienen tanto derecho a construir casas en los territorios como los palestinos, pues el status jurídico es el de territorios en disputa.  Ese es el plano jurídico, en el que debe moverse el Consejo de Seguridad de la ONU. El carácter de ocupados, para referirse a los territorios, es una calificación política con la que coincide la llamada «comunidad internacional».

El error de EEUU, por lo tanto, fue dejar que el Consejo de Seguridad abandonara sus funciones de resguardo de la ley internacional y dejarse arrastrar a lo que «la comunidad internacional considera».

¿Qué buscan estos muchachos?

Ahora bien. En el plano del contexto político: ¿ese es el legado de la Administración Obama en política internacional? A menos que haya otro discurso de una hora y once minutos de John Kerry para cada conflicto en el mundo en el que EEUU metió mano -en general mal- este debía ser el discurso de cierre que resume su gestión. ¿Cuántas horas debió hablar Kerry de Rusia, con sus invasiones a Georgia, a Crimea, a Siria? Quizás quiso centrar los «éxitos» de su gestión solo en el Medio Oriente. Aquí, el rey está más desnudo aun, pues lo que dijo durante tantos minutos no logra ocultar, al contrario, lo que no dijo: el fracaso estrepitoso de EEUU en todos y cada uno de los países donde ocurrieron las mal llamadas «Primaveras Árabes». Si se dedica una hora y once minutos al conflicto inmobiliario entre Israel y los palestinos, ¿no debería dedicarse varias horas más a Egipto, con el negligente proceso de caída de Mubarak, la debacle con el gobierno de la Hermandad Musulmana y el golpe de A-Sisi, miles de muertes mediante? Por no hablar de Siria, donde huelgan las palabras. El lector haga la cuenta de cuántas horas debería hablar Kerry de Siria.

La pregunta que queda, es qué busca la Administración Obama con su cambio radical de política hacia Israel, más que salir con una imagen de «buscadora de la paz». No se trata de «abrochar» a la entrante Administración Trump con hechos políticos consumados. Este novato de la política es tan novato, que nada puede atarle las manos. No se sabe si jugará a favor de Israel -o de su actual gobierno- o en contra. Trump es muchas cosas, pero previsible no es una de ellas. Tampoco se trató de «ablandar» a Netanyahu: era de prever el ataque de histeria que invariablemente habría de padecer Bibi, y del antagonismo y mayor endurecimiento que la actitud norteamericana provocaría en el gobierno israelí.

Por eso, dado que su acto de cierre es cualquier cosa menos útil a la paz, lo que queda a este cronista, es una sospecha sarcástica: ¿habrá sido un acto de marketing de Obama y Kerry de su nueva profesión como conferenciantes en universidades y foros internacionales, por suculentas decenas de miles de dólares la pieza, acerca de cómo se hace la paz en Medio Oriente?  Se abre el remate.

 

BALANCE INCOMPLETO 5775: ISRAEL, O… LOS PARANOICOS QUE ISIS E IRÁN PERSIGUEN

Lo que le falta crecer a Herzog. Imagen de un improvisado debate televisivo, que se transformó en ícono de la derrota de Herzog a manos de Netanyahu.

Lo que le falta crecer a Herzog. Imagen de un improvisado debate televisivo, que se transformó en ícono de la derrota del líder de Majané Tzioní (laboristas) a manos de Netanyahu.

Por Marcelo Kisilevski

¿Cuáles son, en Israel y el Medio Oriente, los eventos centrales del año 5775 que termina?

El evento central en Israel del año hebreo que termina es, sin duda, la reelección de Biniamín Netanyahu como primer ministro. Los analistas se esfuerzan por descifrar el secreto de este político, al que no todos quieren, pero que nadie sabe por quién ni cómo reemplazar. En el propio Likud es quizás uno de los más aborrecidos, pero ganó las internas precisamente por no hallar dentro del partido de gobierno un reemplazo apropiado que pudiera ganar en las nacionales.

Finalmente ganó el miedo, una sensación de seguridad que Itzjak Buyi Herzog no pudo ofrecer al ciudadano común. No fue solo la frase de Bibi en Youtube, «los árabes corren masivamente hacia las urnas», ni los lapsus de los izquierdistas ashkenazíes que acusaron a los «besadores de amuletos», los religiosos y sefardíes. Estas fueron frases desafortunadas, que revelan que todavía los cortes y las adversidades dentro de la sociedad israelí todavía están vivos.

Pero las amenazas externas, fuertes y rotundas, ayudaron más aún al reelecto premier. Frente a las amenazas de Hamás, desnudadas más que nunca por el fenómeno ISIS, vale la frase inmortal de Woody Allen: «Que uno sea paranoico no significa que no lo estén persiguiendo». Herzog, además de oponer una alternativa cuerda y de hablar de seguridad y no sólo de economía, deberá todavía trabajar mucho sobre su imagen… si es que sobrevive a las próximas internas laboristas. Muchos votantes dijeron: «Solo Bibi me da una sensación de seguridad». Otros, tradicionales votantes del Likud, casi se disculpaban: «¿Y a quién otro quieres que vote?» Suena como votar por el mal menor, sobre todo teniendo en cuenta que muchos votantes de Bibi pertenecen a las capas más pobres de la población, que seguirán siéndo pobres gracias a su política. Para Netanyahu, no obstante, fue suficiente.

El gran éxito de las elecciones se lo llevó, sin embargo, la bancada árabe de Ayman Uda, por haber logrado unificar a políticos que van desde la devoción musulmana, a veces rayana en el apoyo al islam radical, pasando por un polígamo, hasta otros diputados árabes que apoyan los derechos de los homosexuales. Se trata de una obra de ingeniería política nada desdeñable, en la que políticos tan dispares entendieron que la unión puede valer la pena para convertirse en la tercera bancada del parlamento israelí.

No podemos olvidar que este es también el año del odio, en el que un jaredí (judío ultraortodoxo) acabó con la vida de Shira Banki, una adolescente de 16 años que participó en una Marcha del Orgullo Gay en Jerusalén, y en que extremistas judíos de ultraderecha religiosa incendiaron la casa de la familia palestina Dawabsha en la aldea Duma, acabando con la vida de Ali, un bebé de un año y medio, y sus padres. Meir Etinguer, sospechoso de pertenecer a una célula terrorista judía presuntamente relacionada con el ataque, dijo desde su lugar de arresto que su grupo seguirá luchando por «crear el Estado de Judea», un Estado halájico que regrese a las fuentes de la época del rey David.

El año en la región

En el Medio Oriente, las diez guerras ya se han cobrado más de medio millón de vidas y producido cerca de diez millones de refugiados. Cuatro de esos millones, los sirios, tocan hoy a las puertas de Europa, y el cadáver de un niño de dos años tirado en la playa les cuenta a los europeos que el problema ahora es de ellos. En Siria el problema tiene nombre y apellido: Bashar El Assad, al que Rusia e Irán corren esta semana a ayudar abiertamente con armas y tropas. El bloque occidental, liderado por EEUU, deberá responder también a esta realidad.

No es fácil decidir apoyos y leer alianzas. Los rusos y los iraníes buscan la estabilidad de Assad en contra de ISIS, que también es enemigo de EEUU y de todo Occidente. Si «gana» Assad, Irán seguirá a las puertas de Israel. Si gana ISIS, en negociación para aliarse con el Frente Nusra, el Al Qaeda sirio, es el islam radical sunita el que amenazará las fronteras de Israel.

No es solamente ISIS, pero esta organización se terminó de revelar este año como el nuevo reino de la brutalidad a escala mundial. La organización adscribe a la ideología de Rashid Bagdadi, ya muerto, que opinaba que cuanto mayor fuera la crueldad, cuantas más cabezas rodaran, literalmente hablando, más pura se volvería el alma del creyente.

Entre otros males, la institución de la esclavitud ha renacido en todo su esplendor en el universo ISIS. Miles de habitantes del Medio Oriente, en su mayoría otros musulmanes pero también cristianos, son vendidos y comprados en los mercados de Irak y Siria. Y la discusión teológica hoy gira en torno a si le está permitido al hombre musulmán mantener relaciones sexuales con la esclava de su esposa. Y las opiniones en este crucial debate están divididas entre los «sabios» de ISIS…

La organización terrorista ya es no solo la más cruel sino también la más rica del mundo, pues maneja un país de más de diez millones de habitantes, en un territorio que ocupa casi medio Irak y un tercio de Siria, cobrando impuestos y comerciando con petróleo en el mercado negro internacional. La frontera entre ambos países ha desaparecido, y Occidente tendrá que decidir qué actitud tomará ante el nacimiento de un país nuevo autobautizado «El Califato», que en el camino amenaza con borrar otros dos países miembros de la ONU: Irak y Siria. ISIS ya ha anunciado que su agenda de conquistas incluye Libia, Egipto, Israel-Palestina, Líbano, Jordania y Arabia Saudita. Según la teología de Dar El Islam, aquel espacio imperial árabe que abarcaba las conquistas de Mahoma, los Cuatro Califas Rectos y la Dinastía Omeya, es solo el comienzo. Lo cierto, para el que quiera pensar con lógica, es que ISIS no se detendrá solo, y Occidente tendrá que decidir, aquí también, cuál será su actitud.

Este es también el año del acuerdo entre las potencias occidentales e Irán por el plan nuclear del país de los ayatollas. La discusión sobre el desempeño del premier Netanyahu es una discusión entre políticos israelíes. Queda claro, al final del día, que se trata de un acuerdo sumamente problemático que, como mucho, posterga la adquisición por Irán de armamento nuclear. Los países árabes se oponen tanto o más que Israel al acuerdo, solo lo manifiestan con menos ruido que el premier israelí. Cuando se termine de sellar el acuerdo, las relaciones entre EEUU e Israel se revelarán como vivas, coleando y más fructíferas que nunca para Israel en el plano militar, pues la Casa Blanca y, especialmente, el Pentágono, querrán mimar a Israel en compensación. Mientras Obama sueña con neutralizar la hostilidad de Irán al convertirlo en «un actor relevante para la estabilidad del Medio Oriente», el líder espiritual iraní, el ayatolla Alí Khamenei, ya anunció que su país seguiría luchando junto a sus aliados para exterminar a Israel, prometiendo que el Estado hebreo dejará de existir «en el lapso de 25 años».

En todo ese contexto, en medio de un tsunami de islam radical, el gobierno de Netanyahu anuncia que está dispuesto al diálogo sin condiciones previas con la Autoridad Palestina de Mahmud Abbas. Se trataría de un paso inteligente, que acompañaría los esfuerzos de Turquía por mediar en emprendimientos económicos, la tan mentada «Pax económica», entre ambas partes en conflicto.

Economía y cultura

A nivel socio-económico en Israel, ni las medidas del anterior ministro de Economía, Yair Lapid, ni las elecciones, en las que Bibi prometía en vano hacer descender el precio de la vivienda, parecen lograr reducir el costo de vida, y la brecha entre ricos y pobres aumenta. Doscientas mil familias necesitarán en estas fiestas asistencia de las numerosas ONGs que reparten canastas de comida para la cena de Rosh Hashaná, un aumento significativo respecto del año pasado. Muchos matrimonios jóvenes que viven con sus padres, abren la ventana y miran a otros países donde logren hacer que su salario alcance. El país que más se escucha nombrar como destino migratorio, igual que para muchos sirios, es Alemania.

Sin embargo, Israel sigue siendo meta migratoria para muchos otros grupos, entre ellos, aquellos judíos que ven crecer el antisemitismo en sus países. Uno de ellos, es Francia, pero cada vez aumentan los lugares en el mundo donde circular por la vía pública con kipá puede resultar en una experiencia llena de tensión, por decirlo delicadamente. La «aliá» a Israel motivada en el malestar espiritual más que en el económico, ha crecido en el año que termina. En lo económico, Israel no es un país fácil, pero esto está medido en términos del primer mundo.

Como párrafo cultural, la noticia de este año es el nombramiento de Miri Reguev como ministra de Cultura. Reguev se había hecho famosa como portavoz del ejército israelí durante la Desconexión de Gaza y en la Segunda Guerra del Líbano. A su retiro, se incorporó sin dudarlo al Likud. Desde el principio se manifestó como un «patito feo» de la política israelí, a veces provocativa, siempre polémica. El ministerio de Cultura estaba claramente fuera de su zona de confort. Hoy enarbola con ruido de petardos la bandera de la cultura periférica no ashkenazí, con una agenda declarada de poner a la periferia israelí, tanto social como geográfica, en el mapa de la cultura, aún al punto de recortar significativamente los presupuestos de la cultura hegemónica mainstream, ashkenazí, occidentalizante, de Israel. No es una visión descartable persé. La pregunta que muchos se hacen es entonces por el estilo: ¿hace falta pelearse, para tan noble fin, con la actriz símbolo de la alta cultura israelí, la enorme actriz Guila Almagor y con todos los hacedores de la cultura «telavivense»? ¿Hace falta amenazar con negar presupuestos a producciones artísticas que según su visión política «deslegitiman a Israel», produciendo titulares y atrayendo fuego innecesario?

Para 5776, cabe esperar un año hebreo con menos enfrentamientos, donde la norma sea la convivencia, la solidaridad y la paz. Que esta no sea una frase de circunstancia. Shaná Tová.

El aggiornamiento palestino: ya tienen su Wikileaks

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Factura por US$ 50.000 a nombre de Yasser Abbas.

Los palestinos cuentan con su propia versión de Wikileaks. Una página de facebook palestina publicó documentos comprometedores de la corrupción de varios funcionarios de la Autoridad Palestina. Según estos documentos, varios altos funcionarios palestinos solicitaron sobornos para cubrir gastos propios o de sus allegados. Entre los implicados en esta filtración embarazosa se encuentra nada menos que Yasser Abbas, hijo del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas. Yasser habría adquirido apartamentos en un lujoso complejo edilicio en Ramallah. Este Wikileaks palestino incluso publicó un recibo por 50.000 dólares a su nombre. Otro funcionario obtuvo dinero público palestino para solventar los estudios universitarios de su hija en Jordania. La revelación de corrupción despierta la ira de los palestinos de la calle, sobre trasfondo de la crisis económica que afecta a la Autoridad Palestina. Otro alto funcionario palestino confirmó a la agencia Associated Press que se trata de documentos verdaderos. La página de Facebook lleva por nombre: «Mahmud Abbas no me representa».

Ali Saad Dawabsha z»l. No al terrorismo judío

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Por Marcelo Kisilevski

Así como desde este lugar nos esforzamos por denunciar el terrorismo islámico como el gran obstáculo para la paz y el gran desafío que enfrenta el mundo en este siglo, hoy tenemos que denunciar el terrorismo judío.

Es cierto que los casos se cuentan con las manos y, que cuando ocurre, el gobierno y las fuerzas armadas israelíes atrapan a los culpables y la sociedad israelí los repudia con toda la fuerza posible, a diferencia de lo que ocurre con sociedades o gobiernos vecinos. El presidente palestino Mahmud Abbas otorga subsidios a familias de terroristas y bautiza calles en su nombre como si fueran grandes héroes. Eso no podría ocurrir del lado israelí.

Pero todo eso no me importa hoy. No puedo aceptar el terrorismo judío. Tampoco puedo aceptar que se intente desviar el punto de lo «judío» como si no fuera políticamente correcto, porque entonces no podríamos decir tampoco «terrorismo islámico».

Entendámonos: los terroristas incendiaron la casa del bebé Ali Saad Dawabsha, de la aldea Duma, desde «lo judío», y desde su forma deforme y pervertida de entender su religión y su identidad de pueblo. Mataron a un bebé palestino e intentaron liquidar a toda su familia, que lucha ahora por su vida, por el solo hecho de ser palestinos. ¿Cuál fue el crimen de Ali?

Como judíos y como israelíes estamos contra el terrorismo judío, que existe. Hace un año fue el adolescente Muhamad Abu Jdir, quemado vivo en los bosques de Jerusalem. Hoy es Ali Saad Dawabsha. Puede que no refleje una realidad masiva, pero hoy, para la familia Dawabsha, es terrorismo total. Para nosotros también.

Es terrorismo fundamentalista judío, y pretende arrogarse la representación de lo judío. Pues no: no me representa. No nos representa. Y no va a desaparecer solo. Si la repetición cíclica de actos terroristas ocurren en el supuesto nombre de Israel, Israel tiene un problema y lo debe enfrentar.

Mientras esperamos que la policía y el ejército atrapen a los terroristas (por suerte y por lo menos, en general es lo que ocurre), y el premier Netanyahu condena y promete hacer justicia como corresponde, hagamos votos por que este execrable crimen nacionalista no dispare una nueva escalada de violencia en una situacion contenida a duras penas.

Me quedo con las lúcidas palabras del presidente del Estado, Reuvén Rivlin, a los medios de comunicación árabes y palestinos: «Nos hemos levantado esta mañana a un día triste. El asesinato de Ali Dawabsha, un bebé que dormía en su cuna, y la herida grave a su familia, su hermano, su papá y su mamá, que lucha por su vida, hirieron el corazón de todos nosotros. Más que vergüenza, siento dolor. Dolor por el asesinato de un pequeño bebé. Dolor porque miembros de mi pueblo eligieron el camino del terrorismo y perdieron forma humana. Su camino no es mi camino. Su camino no es nuestro camino. Su camino no es el camino del Estado de Israel y no es el camino del pueblo judío.

«Lamentablemente, hasta ahora,  creo que hemos enfrentado el fenómeno del terrorismo judío con debilidad. No hemos internalizado todavía que estamos ante un grupo ideológico, decidido y peligroso, que se ha puesto como objetivo destruir los delicados puentes que construimos con tanto trabajo. Creo que, en la medida que entendamos que enfrentamos un peligro esencial para el Estado de Israel, seremos más firmes para enfrentarlo y arrancarlo de raíz».

Islam radical: trampa de destrucción

Se desprendió de Al Qaeda y mutó: de organización que pone bombas, a un ejército. Conquistan ciudades y han fundado el "Califato". ISIS en acción. Ejecución masiva de efectivos de seguridad iraquíes.

Se desprendió de Al Qaeda y mutó: de organización que pone bombas, a un ejército. Conquistan ciudades y han fundado el «Califato». ISIS en acción. Ejecución masiva de efectivos de seguridad iraquíes.

El siguiente artículo de Ben Dror Yemini fue escrito durante la tregua de 72 horas destinadas a negociar un cese el fuego permanente. Hoy, viernes 8.8.14, a las 8.00 AM, Hamás y Jihad Islámica reanudaron su ataque contra Israel, por no «acatar» sus demandas, más parecidas a las de un gremio en huelga que a una organización terrorista que ha arrastrado la zona a la guerra y que, habiendo recibido semejante golpe, debería desear desesperadamente la paz. Decenas de cohetes ya fueron lanzados contra las ciudades israelíes. Israel respondió el fuego. Cuando la paz es funcional a Occidente, y la guerra es funcional al islam radical. 

Por Ben Dror Yemini*

Con todo el caos nos olvidamos de una sola cosa: Hamás nos engaña a todos. El objetivo de Hamás no es liberar a los palestinos del bloqueo o de la ocupación. El objetivo, con cohetes y con los túneles del terror, es lo inverso. Si hay algo que saca de quicio a Hamás, es la posibilidad de un acuerdo. Puesto que el acuerdo, a ojos de Hamás, es la legitimación de Israel. Para ello, Hamás debe arrastrar a Israel a enfrentamientos. El resultado es doble: primero, la destrucción contribuye a la deslegitimación de Israel. Segundo, la mera existencia de una entidad jihadista en territorio que Israel ha evacuado persuade a la mayoría de los ciudadanos de Israel que no hay posibilidad de acuerdo. Cuidado. Israel puede caer en la trampa.

Una retirada de Cisjordania puede provocar que Hamás se haga con ella. El congelamiento en las negociaciones también conducirá a la concresión de la pesadilla de un solo estado, y también a la victoria de la estrategia de la deslegitimación. Ambas opciones son peligrosas. Ambas son funcionales a Hamás. ¿Las conclusiones? En el Medio Oriente se escriben en estos días nuevos capítulos. Siria, Libia e Irak se están desintegrando. ISIS (EIIL, el Estado Islámico de Irak y el Levante) se expande. ISIS se ha hecho con una ciudad limítrofe, Arsal, al norte del Líbano. Ya hay ríos de sangre, literalmente hablando: ISIS difundió un video donde exhibe una ejecución en masa y el lanzamiento de los cuerpos al río. Pero el mundo libre se calla. Se niega a entender que el ascenso del islam radical, que incluye a Hamás, es un fenómeno cuya dimensión es como la del ascenso del nazismo.

Lo que no comprende parte de Occidente, lo entiende parte del mundo árabe. Quizás, sólo quizás, esté allí la clave. No es sólo el Egipto del general A-Sissi. Las masas, a diferencia del pasado, no salieron esta vez a las calles para manifestar su apoyo a Hamás. Parte del mundo musulmán -su tamaño aún no queda claro- comienza a internalizar que la Jihad Global es una receta segura para la destrucción y el derramamiento de sangre. El tiempo dirá si se trata de otra ilusión, o quizás de una puerta a una nueva esperanza.

Las lecciones (reales) del pasado

Para entender qué ha logrado Israel, o qué no ha logrado, se debe comparar con enfrentamientos similares entre ejércitos colosales y bien equipados, y alguno de los grupos de la Jihad.

Los norteamericanos salieron de Irak con el rabo entre las patas. La continuación de la historia es conocida: Irak está colapsando. La Unión Soviética luchó durante la mayor parte de la década del ’80 en Afganistán. Luego de una década se retiró quebrada. El Talibán se apoderó del país. Rusia luchó en dos ocasiones en Chechenia, destruyó Grozno, mató a centenas de miles, la mayoría civiles, a pesar de que la población de Chechenia es más pequeña que la de la Franja de Gaza. No hubo allí precisamente una victoria.

 

Podría ser distinto. Hamás gobierna Gaza con puño de hierro para mantener viva la llama de la "resistencia armada" en lugar de desarrollar un país. Hamás en acción: ejecución de un colaboriacionista con Israel, 2012.

Podría ser distinto. Hamás gobierna Gaza con puño de hierro para mantener viva la llama de la «resistencia armada» en lugar de desarrollar un país. Hamás en acción: ejecución de un colaboriacionista con Israel, 2012.

Israel, al contrario de Rusia o EEUU, puede derrotar a Hamás. El precio sería de decenas de miles de muertos. La Franja toda se vería como Faloudja, como Grozno y como Sadjaía. Pero el problema de Israel no es la reacción no proporcional, sino la reacción prudente. La única razón por la cual Israel no va «hasta el final» y derrota a Hamás, es la reacción internacional: el discurso de los derechos humanos al servicio de la Jihad.

Y todavía queda la pregunta: ¿ha conseguido algo este operativo? La Segunda Guerra del Líbano parecía en el verano de 2006 como un fracaso colosal. Una mirada en retrospectiva evidencia que el golpe recibido por Hezbollah condujo a una calma que ya lleva ocho años. El operativo Plomo Fundido en 2009 fue descripto como un «éxito». «Aprendimos las lecciones del Líbano», se sostuvo una y otra vez. ¿De veras? Israel no tuvo siquiera un mes de calma desde la Franja, y además recibió un parche en la cara de nombre «Informe Goldstone». Así que habrá que esperar. Si bien la comunidad internacional limitó el poder de reacción de Israel, la Unión Europea, justamente ella, impulsó la fórmula de «reconstrucción a cambio de desmilitarización». Es una fórmula excelente. Después de todo, Israel no tiene nada en contra de los habitantes de la Franja. Si Israel logra apalancar hacia esa dirección, el logro de «Margen Protector» será mucho más grande que el de la Segunda Guerra del Líbano.

Antes de «Plomo Fundido», (el entonces Primer MInistro) Ehud Olmert lanzó la propuesta de paz más audaz de la historia del conflicto. Abu Mazen la rechazó. Pero los hechos no confunden a los fabricantes de mentiras. Un horizonte diplomático, declaman, habría evitado el enfrentamiento. Ojalá. Ojalá el Medio Oriente en general, y el conflicto árabe israelí en particular, se desarrollaran según líeas racionales o intereses nacionales. Si ello fuera así, hace tiempo tendríamos aquí paz. La Franja de Gaza habría sido libre y próspera luego de la Desconexión (retirada unitlateral israelí en 2005). Israel hubiera marchado hacia una nueva Desconexión, con o sin acuerdo, según el modelo gazeño. Pero ello no ocurrió.

Hamás utiliza niños de varias maneras. Los entrena y adoctrina para la guerra en "inocentes" campamentos de verano. Los utiliza para cavar túneles, pues son ideales por su tamaño, 160 niños han muerto en en su construcción. Los utiliza como escudos humanos en batallas como muestra la imagen. Los exhibe de modo cínico cuando mueren por bombardeos israelíes que ellos provocan. Algunos medios comenzaron a entender de qué se trata.

Hamás utiliza niños de varias maneras. Los entrena y adoctrina para la guerra en «inocentes» campamentos de verano. Los utiliza para cavar túneles, pues son ideales por su tamaño: 160 niños han muerto en su construcción. Los utiliza como escudos humanos en combate como muestra la imagen. Los exhibe de modo cínico cuando mueren por bombardeos israelíes que ellos provocan. Algunos medios comenzaron a entender de qué se trata.

También al Hamás se le propuso un horizonte diplomático. El Cuarteto propuso un entendimiento para el fin del bloqueo. Hamás eligió el terorrismo. Invirtió sumas inconmensurables en la industria de la muerte. En lugar de cada uno de los túneles se podían haber construido 6 escuelas, 19 clínicas u 86 viviendas. Cuando se piensa en los inmensos búnkeres construidos debajo de tantos edificios, en las herrerías que fueron confiscadas para fabricar cohetes, en el canal de televisión Al-Aqsa, que se convirtió en un instrumento de propaganda tal que Der Stürmer (el pasquín pro-Hitleriano) al lado suyo es de izquierda, los palabreríos acerca de intereses, horizonte diplomático, bienestar y prosperidad son una quimera. Todo ello no le interesa a Hamás, como no le interesa a Talibán ni a Boko Haram. Ello no significa que no haga falta un horizonte diplomático. No significa que haya que ampliar la empresa asentadora en Cisjordania, que nos lleva a todos a la pesadilla de un solo gran estado. Pero no hacen falta las falsas ilusiones, no nos han servido y no nos servirán.

¿Ha cambiado el rol de los medios?

A raíz de la cobertura de la Segunda Guerra del Líbano escribió un cronista del Spectator inglés: «tomar posición sobre el enfrentamiento entre Hezbollah e Israel en base a los informes de la BBC desde Beirut es como adoptar una postura acerca de la Segunda Guerra Mundial en base a los bombardeos de Dresden tal como fueron filmados por el Departamento de Propaganda de Goebbels».

¿Ha cambiado algo? Pues bien, han habido amenazas y aprietes. Un periodista italiano, Gabriel Barbati, admitió que puede informar libremente sólo desde fuera de Gaza, cuando está libre de las represalias de Hamás. Radja Abu Dega, que trabaja para un diario francés, tuvo que abandonar la Franja. A pesar de ello, los cronistas de France 24, también la televisión finlandesa y la televisión india, presentaron evidencias, a veces en vivo, de que las denuncias de Israel acerca del uso de población civil y de instalaciones de la ONU eran ciertas. Un cronista de la CNN puso en aprietos en vivo al portavoz de Hamás, cuando le presentó un fragmento en el que éste acusaba a los judíos de utilizar la sangre de niños cristianos. E incluso una cronista de la BBC presentó evidencias, desde las entrañas de Gaza, sobre la utilización de civiles por parte de Hamás. Se trata de buenas noticias. A pesar de todo y después de todo, algo ha cambiado de todos modos.

* Yediot Ajaronot, Suplemento de Shabat, pág. 9, 8.8.14. Traducción: Marcelo Kisilevski

«Margen Protector»: Ahora, la Diplomacia

Barrio de Sadjaía en Gaza. Hamás lo convirtió a Gaza en un gigantesco cuartel militar con civiles dentro. Ahora habrá que hablar de reconstrucción y la gran incógnita es cómo quitar relevancia a Hamás en el proceso que se avecina.

Barrio de Sadjaía en Gaza. Hamás convirtió a Gaza en un gigantesco cuartel militar con civiles dentro, e Israel destruyó varios barrios que eran verdaderos polvorines. Ahora habrá que hablar de reconstrucción, un «Plan Marshall» para Gaza, y la gran incógnita es cómo quitar relevancia a Hamás en el proceso que se avecina.

Hoy 8.00 AM comenzó la tregua de 72 horas durante las cuales Israel y Hamás negociarán los términos del cese el fuego definitivo. La calma quedó «inaugurada» con una última (y ya tradicional) ráfaga de unos 20 cohetes disparados hacia la zona de Jerusalén, llegando incluso hasta Maalé Adumim, al este de la capital. En esa misma ciudad un guardia de seguridad de unos 60 años fue acuchillado por un terrorista palestino que logró darse luego a la fuga. A partir de las 8.00, sin embargo, ambas partes se llamaron a silencio.

Yendo a las tratativas: a El Cairo acudieron delegaciones de Hamás en dos partes: representantes de esa organización en el exterior y reprensetantes de Hamás-Gaza, que son quienes marcan el tono. La delegación gazeña también está compuesta por miembros de la Jihad Islámica. Aparte, se encuentran también represenantes de la Autoridad Palestina de Cisjordania, y también la delegación israelí.

Los palestinos quieren el fin del bloqueo para la entrada de insumos de primera necesidad, incluido material de construcción; la liberación de presos, la construcción de un puerto, de un aeropuerto, y la ampliación de la zona pesquera frente a Gaza. En especial, reclaman a Egipto la reapertura del paso de Rafah, por donde llegaba el dinero proveniente de su financiador principal hoy, Qatar.

Israel, por su parte, ofreció la fórmula de «reconstrucción a cambio de desmilitarización». Consiste en crear una coalición de los países árabes moderados que fiscalicen y garanticen la estabilidad de un gobierno de unidad al mando de Mahmud Abbas, actual presidente moderado de la Autoridad Palestina. La coalición de garantes incluiría a Egipto, Jordania, Arabia Saudita, la UE, EEUU y la ONU. Egipto e Israel fiscalizarían los pasos fronterizos, pero básicamente se trataría de garantizar que ingrese a la Franja de Gaza todo lo que necesario para reconstruir lo destruido sin que pase por las manos del Hamás.

Egipto anunció a los representantes palestinos que no aceptará debatir acerca de su exigencia de poner en funcionamiento un puerto y un aeropuerto.

Ismaíl Haniye, primer ministro de Hamás, dio a conocer un comunicado desde su escondite, en el que promete a los habitantes de Gaza que la delegación en el Cairo no renunciará a sus exigencias. «La sangre derramada es un depósito en garantía sobre nuestro cuello, y no comerciaremos con ella. El enemigo no logrará en el plano diplomático lo que no pudo conseguir en el campo de batalla»

Haniye agradeció al brazo armado de Hamás y a otras organizaciones que, según él, «derrotaron al ocupante y lo obligaron a batirse en retirada de Gaza y allanaron el camino hacia el levantamiento del bloqueo que pesa sobre la Franja».

Las FDI, Fuerzas de Defensa de Israel, publicaron datos del operativo «Margen Protector». Según el informe, 1.768 palestinos resultaron muertos, alrededor de la mitad combatientes; fueron atacados más de 4.700 objetivos militares y terroristas en la Franja de Gaza. Los palestinos dispararon más de 3.300 cohetes y obuses de mortero. 578 cohetes fueron interceptados por Cúpula de Hierro, 116 estallaron en zonas urbanizadas. El ejército reclutó más de 82.000 efectivos de la reserva. 32 túneles terroristas (cavados hacia territorio israelí) fueron neutralizados. 64 soldados y oficiales israelíes perdieron su vida en el operativo. 3 civiles israelíes también murieron producto de los ataques con cohetes y obuses de mortero.

Uno de los fenómenos que se exacerbaron en el mundo en el contexto de esta vuelta de violencia entre Israel y Hamás fue el antisemitismo explícito. En Italia, por ejemplo, anunció la expulsión de su territorio de un imán (sacerdote musulmán) porque durante su prédica en la mezquita donde da servicio, llamó a «exterminar a los judíos, hasta el último de ellos». El ministro del Interior de Italia, Angelino Alfano, anunció que el imán, Raudi Abed El Bar, de origen marroquí, dio una prédica antisemita, incitando a la violencia y al odio por motivos religiosos.

Israel exige del gobierno de Hungría iniciar acciones penales contra un alcalde que participó en una manifestación en la que fueron ahorcados muñecos con la imagen del premier israelí Biniamín Netanyahu y del ex presidente Shimón Peres. En un video subido a Youtube, se ve al intendente de Erpatak, Mijali Zoltan Oroz, del partido de extrema derecha Iobik, el tercer partido por su poder en Hungría, arengando a la masa  y diciendo que «la dirigencia israelí actúa al servicio del Diablo». La cancillería húngara condenó sus dichos, y acusó a Zoltan de utilizar lo ocurrido en Gaza para sus fines de incitación a la violencia.

Reconocer al antisemita, para esquivar el odio

La acusación de "Israel = Nazis", además de justificar el Holocausto en retrospectiva, tiene un solo corolario: la destrucción de Israel.

La acusación de «Israel = Nazis», además de justificar el Holocausto en retrospectiva, tiene un solo corolario: la destrucción de Israel.

Claves para distinguir una crítica legítima a Israel de aquella con trasfondo antisemita: algunos lectores de este blog como «case study», y guía práctica.

Por Marcelo Kisilevski

Están pasando cosas terribles en Gaza, el operativo se convierte en guerra, Hamás viola su quinta tregua, llevando a la continuación de la guerra con sus decenas de muertos palestinos diarios, un soldado israelí ha sido secuestrado por esa organización, los países se alinean y realinean y hay mucho que explicar y entender.

Pero el blog de este cronista se ha poblado con algunos lectores a los que todo esto no interesa, pues están hace ya días obsesionados, ocupados febrilmente en «Israel mata civiles y le encanta hacerlo», y en «cómo podemos agarrar al judío en una mentira». Por eso, se trata de una buena oportunidad para dotar a nuestros lectores de herramientas para distinguir las críticas de corte antisemita, de aquellas opiniones legítimas, con las que podemos entablar un diálogo.

Carlos, Salva y Diego, que así se hacen llamar estos lectores, han emprendido una campaña en este blog, escribiendo todos los días lo que para ellos es una prueba contundente del carácter «nazi» de Israel: «Israel dispara, niños mueren». En sus diatribas, utilizan medias verdades, descontextualizaciones, manipulaciones e insultos, como «sionista» (en su sentido insultante), «mentiroso» y «nazi», contra mi persona y otros lectores del blog. En algunos países, el antisemitismo es una figura penal. Eso solo basta para cerrarles el micrófono.

 

Una técnica interesante consiste en señalar una inexactitud informativa vertida en alguna nota del blog y cargar las tintas contra ello, presentándolo una y otra vez como una mentira deliberada, lo cual supuestamente probaría que la información que estamos presentando diariamente es en su totalidad una construcción falsa: en realidad, quieren demostrar, Israel mata adrede a civiles palestinos, y el hecho de que para ocultarlo se recurra a «mentiras», así lo demuestra.

Pues la pregunta no es si el judío miente en su blog, sino: ¿cuál es la agenda del que lo denuncia con tanto fervor durante días y días?*

En algún momento, al señalar la maligna astucia de Israel de «decretar  una tregua para que, cuando los palestinos vayan al mercado los bombardeen en plena compra», dijo el antisemita de nombre Salva: «Ahora entiendo por qué los judíos ganan tantos premios Nobel».

Él responderá de ninguna manera es antisemita, que le importa defender a los palestinos y no atacar a los judíos y, por supuesto, que tiene amigos judíos. Además, dirá que lo estamos acusando de antisemita «como siempre lo hacen los judíos, para justificar la matanza». Pero sabemos que hemos llegado a la verdad: los palestinos no les importan, sino solamente cuando Israel, el país de los judíos, está ahí para echarle la culpa.

Denunciar una supuesta «práctica de matar adrede y por placer», y no contextualizarlo en un trasfondo geopolítico mayor, o en la agresión del oponente, a saber Hamás, es el intento de presentar a Israel como una fuerza maligna, que disfruta de poder matar palestinos por el solo hecho de serlo. Si esto es así, la única manera de parar la matanza es destruyendo al matador.

Empezando por el principio

¿Se puede criticar a Israel sin ser declarado antisemita? ¡Por supuesto que se puede! Este cronista ha mantenido decenas de intercambios en estas semanas con críticos de Israel, muchos bastante duros y buenos oponentes, y ha sido un verdadero intercambio de ideas. Los mentados lectores, en cambio, no debaten, sólo atacan, como matoncitos de barrio, esperando que salga el gordito de anteojos, que esta vez es judío, a la salida del colegio para ponerle el pie y hacer que se caiga. Sinceramente les importan un bledo los palestinos, incluso les importa un bledo un dato mal puesto en una crónica. Lo que los hace temblar de placer hasta el orgasmo es «tener a Israel agarrado por sus genitales: hemos pescado al judío entre los países matando gente»; y al judío de turno: «lo hemos pescado en una mentira», lo que prueba que los judíos no sólo son diabólicos asesinos que matan sin explicaciones y sin ofrecerlas: también manipulan la realidad para ocultarlo.

Que ellos hagan lo mismo que dicen denunciar, poco importa. Por ejemplo, a la luz de los kilómetros y más kilómetros de túneles revestidos en cemento, construidos para atacar en suelo israelí, tanto a soldados como a civiles, el antisemita llamado Salva me insta a contestar, confiado en tener acorralado a este autor: ¿por qué se niega Israel a dejar a entrar en la Franja de Gaza «algo tan inocente como materiales de construcción»?

Es que no solamente los palestinos los tienen muy sin cuidado, sino que lo que también les importa bien poco es la verdad. Hasta el cansancio se les puede señalar, como lo hemos hecho en los informes, algunas verdades incontrastables: que Hamás utilizó cantidades colosales de cemento llegado a Gaza para revestir kilómetros y más kilómetros de túneles, en lugar de construir casas y otras cosas positivas, tan necesarias y de verdad inocentes. Todo eso no importa: ellos seguirán machacando que Hamás reclama «algo tan inocente como material de construcción». Es decir, con tal de dejar mal a Israel, están dispuestos a ver en Hamás a la Madre Teresa de Calcuta. Pero para ellos el que manipula es el judío, que además se arroga «superioridad moral», acusan, como si ellos se condujeran como humildes monjes tibetanos (su tono, además de sus dichos, pueden ser apreciados en los comentarios a los posts anteriores).

Podemos mostrar una y otra vez que no hay operativos semejantes en Cisjordania, pero sí en Gaza, y eso solo tiene que llamar a la reflexión. Y si la razón parece misteriosa y genera curiosidad podemos explicarla. Al contrario que en Cisjordania, donde gobierna una Autoridad Nacional Palestina con la que se puede tratar, y se ha logrado un «modus vivendi» con altibajos por las buenas durante años, en Gaza gobierna Hamás, una organización embanderada con el islam radical, la ideología más reaccionaria y nefasta del siglo 20 y 21 después del nazismo, y que la practica matando, no sólo judíos sino a su propia población o, como ellos mismos lo dicen «no llevamos a nuestro pueblo a la destrucción; lo llevamos hacia la muerte». Para ello, han convertido a toda la Franja de Gaza en un gigantesco bunker y campamento militar, con la característica de tener mucha gente civil circulando dentro. Por suerte pueden acusar al enemigo externo de «encerrarnos en un gigantesco campo de concentración», y la analogía atraerá al Hamás tantos idiotas útiles como los antisemitas Carlos, Salva y Diego, que ya pueden cantar victoria festejando por medio de «algo tan inocente» como sus tradicionales y tiernos disparos al aire.

Sólo cuando se puede culpar a Israel

A ellos, decíamos, les importan un bledo los palestinos. Fingen que les importan sólo cuando pueden acusar a Israel de infligirles cualquier sufrimiento. Kuwait expulsó 300.000 palestinos de su territorio en 1991 cuando Arafat abrazó a Saddam Hussein luego de que éste se tragara a aquél de un bocado. Pero los «pro-palestinos» ni siquiera se deben haber enterado porque Israel no estaba allí para ser culpado.

Cuando lo colgaron a Saddam en 2003, los chiítas que habían sufrido su puño de hierro salieron a la calle a matar palestinos por ser sunitas, y por haber sido los protegidos del dictador. 400 palestinos murieron por el solo hecho de serlo. Ahora, Bashar Assad mató a 1.800 palestinos entre todos los civiles sirios. ¿Se metieron nuestros héroes de la verdad a buscar camorra en los blogs de todos los defensores del país «nazi» Kuwait, de los chiítas «nazis» iraquíes, del dictador «nazi» Assad? No, porque para ellos el único país «nazi» es Israel, y el hecho de las imágenes de niños palestinos muertos, lejos de provocarles empatía con el sufrimiento palestino, los hace gozar hasta  el orgasmo, y vuelven todos los días por ese placer sexual al blog de «Marcelino el sionista», o el judío, (a quién le importa a esta altura diferenciar) para probar de una vez «por qué los judíos tienen tantos Premios Nobel», como dijo el antisemita llamado Salva con profunda sinceridad y honestidad intelectual. No son los palestinos el asunto, ni siquiera lo es Israel: el asunto son los judíos.

Por supuesto que se puede criticar al gobierno de turno de Israel. Yo mismo lo hago, pero porque quiero un Israel mejor, no porque quiero que desaparezca. Esa es la primera señal para reconocer una crítica de corte antisemita. Cuando el trasfondo es: «dado tal o cual acto, y dados los refugiados palestinos, Israel es un estado forajido que debe desaparecer», estamos en presencia de judeofobia, de antisemitismo en estado puro.

El tema del derecho a la existencia

En uno de sus ataques de odio confesó el antisemita llamado Diego su verdadera agenda:

«En cuanto a motivaciones históricas, si alguien viene a mi casa, y me dice que se queda el cuarto de baño, un dormitorio y medio salón, yo también le mando a tomar por culo, que es lo que hicieron los palestinos en el 48. Que Israel haya ganado todas las guerras posteriores, no reconvierte el expolio que fue la fundación de Israel.»

Es decir, de la discusión de si Israel es criminal al matar civiles, pasamos a la mismísima fundación de Israel. Los antisemitas siempre terminan llegando allí: la fundación de Israel fue un expolio, y por lo tanto ilegal. ¿Y por qué es esto antisemitismo del más bajo?

No solamente porque Israel fue uno de los pocos países en el mundo creado en una base tan sólida de acuerdo con la ley internacional. Casi se diría que fue la ley internacional personificada la que creó a Israel.

Es antisemita, porque el razonamiento le niega el derecho de autodeterminación de los pueblos a un solo pueblo: el judío. No importa que ese pueblo ya haya reconocido el derecho de autodeterminación del vecino palestino, y que lo único que se le exige para concretarlo es dejar de intentar matar a sus civiles. El judío, que se debe ir de su país de origen, porque era «extraño», se debe ir también de Israel, porque es un estado ilegítimo. Ergo, lo que es ilegítimo para el antisemita es que el judío viva.

Pero el argumento del «pecado original de 1948» es antisemita, además, porque de la acusación de que Israel provocó el tema de los refugiados y les robó sus tierras, (cosa que habría que discutir, y lo solemos hacer, pero aquí no hace al punto), se desprendería un principio general, a saber:

«Todo país que en su proceso de nacimiento y desarrollo le hizo daño a otro colectivo humano –expulsión, despojo o matanza-, debería desaparecer».

Si fuéramos intelectualmente honestos y no desproporcionados, como ellos reclaman a Israel, esa debe la gran lección que nos deja el caso de los refugiados palestinos.

Si ese esa es la regla, pensemos en algunos otros ejemplos de países a los que a Carlos, Salva y Diego les encantaría ver desaparecer, según el principio general que ellos mismos están estableciendo.

Debería desaparecer España, por haber despojado a sus judíos y a sus árabes de todas sus propiedades en 1492, expulsándolos luego sin más ni más. Debería desaparecer una segunda vez, por quemar luego a los «judaizantes» en la hoguera de la Inquisición, y una tercera vez, por matar nada menos que a 500 millones de aborígenes en el continente americano durante los siguientes cinco siglos.

Debería desaparecer mi país, la Argentina, pues ha perpetrado el genocidio de los indios de la Patagonia en la famosa Campaña al Desierto, para «pacificar» y ampliar «las fronteras de la patria». Y una segunda vez por el terrorismo de estado con los desaparecidos.

Debería desaparecer Francia, por el Terror de Robespierre y por Argelia.

Alemania también, por provocar la Segunda Guerra Mundial. Y por el Holocausto.

Estados Unidos, por los Sioux y los Apaches, también por Irak, Afganistán, Nicaragua, la Operación Cóndor, el bloqueo a Cuba, y la lista es larga.

Rusia debería desaparecer muchísimas veces: por los gulags, por las purgas de Stalin, por aplastar a Checoslovaquia, por los chechenios, los tártaros, los georgianos y los ucranianos.

China por Tibet, Xinjiang, la Revolución Cultural, los Falon Gong y la violación a todas las libertades fundamentales de todos quienes no adscriben al PCC.

Pakistán y la India deberían desaparecer, porque en 1948, el mismo año de los refugiados palestinos, cada uno expulsó a millones de un país al otro, siendo mutuamente masacrados cientos de miles de cada bando en el camino.

Egipto debería ser desmantelado, por las matanzas de Hermanos Musulmanes y otros opositores. Otra vez Egipto, por las matanzas de éstos contra los cristianos coptos. Irak, por invadir Kuwait. Kuwait, por expulsar a los 300.000 palestinos. Sudán debería desaparecer por Darfur.

Creo que el punto queda claro: prácticamente no hay país moderno que no haya «nacido en pecado». Cada lector puede colocar en los comentarios por qué debería desaparecer su propio país, según el principio general fijado por los antisemitas a partir del caso de Israel.

Es extraño verificar cómo la historia recuerda a algunos, y olvida totalmente a otros. Pero es fácil de comprender cuando se verifica que lo que importa es el victimario, no la víctima.

El mundo ciertamente ha denunciado todas esas masacres y crímenes en masa. Muchos países, como Estados Unidos, son criticados duramente, es casi el país más odiado del mundo. Sin embargo, nadie dice que Estados Unidos deba por ello desaparecer ni ningún otro país. Del único que se dice que, por haberle hecho algo a otros (y de nuevo, sin discutir lo que realmente pasó allí) debería desaparecer, es el estado de los judíos, el judío entre los estados.

Los niños, el agua, el expansionismo

La crítica a Israel es antisemita también cuando, en el plano de los contenidos, se subliman en ese país los viejos mitos antisemitas o judeófobos. Dado que a partir del Holocausto dejó de ser políticamente correcto decir que uno es antisemita, el odio milenario se sublima en el judío entre los estados. Cuando vemos los mitos del viejo antisemitismo resignificados y endilgados al judío convertido en país, estamos en presencia de crítica antisemita.**

Veamos:

1) Antigüedad, el «deicidio». Si en la antigüedad se acusaba a los judíos de haber matado a Cristo, hoy se acusa a Israel de «crucificar al pueblo palestino». Los posters e imágenes de un hombre crucificado llevando una kefiá, el paño palestino, en la cabeza, son un motivo que apela directamente al viejo antisemitismo católico europeo.

2) Edad Media: los libelos de sangre.

a) La matanza de niños. Si en la Edad Media se acusaba a los judíos de matar un niño cristiano cada víspera de Pesaj para hacer matzá (pan ácimo) con su sangre, hoy en día es Israel al que le encanta matar niños. En esta última contienda, una de las tácticas propagandísticas de Hamás es ocultar los cadáveres de los combatientes de esa organización, que suman por lo menos un tercio. Los civiles fueron ciertamente muchos, y más de doscientos niños perdieron la vida, pero sus cadáveres fueron morbosamente exhibidos como carta de triunfo del martirologio palestino con siniestro cinismo. Para los antisemitas, el último conflicto consistió en: «Israel solo mata niños». Sin contextualizar, sin necesidad de más conceptos que ayuden a entender la complejidad del conflicto y la responsabilidad de la parte débil en el mismo. Israel mata niños por ser la fuerza maligna que es, y al comprenderlo se satisfacen los corazones y las conciencias antisemitas: teníamos razón en odiar al judío. Tuvimos razón en no ayudarlos durante la Shoá. Las pintadas de «Hitler tenía que haber terminado la tarea», dados a conocer en el contexto israelí-palestino, son elocuentes.

Caricatura aparecida en un periódico de Qatar. El motivo del niño y su sangre, junto con el de EEUU e Israel dominando y matando, es de origen europeo, adoptado en el siglo 20 por el islam radical.

Caricatura aparecida en un periódico de Qatar. El motivo del niño y su sangre, junto con el de EEUU e Israel dominando y matando, es de origen europeo, adoptado en el siglo 20 por el islam radical.

b) El agua. Si en la Edad Media los judíos fueron acusados de envenenar los pozos de agua de Europa provocando la famosa peste negra que diezmó al continente, hoy en día es Israel el que priva de agua a los palestinos. Israel, una potencia en desalinización, ya produce más del 50% del agua que necesita de la desalinización del agua marítima, es decir que prácticamente el problema israelí del agua ha sido resuelto. Si hubiera paz en el Medio Oriente, la región estaría llena de desalinizadoras israelíes. Si los palestinos no tienen agua es por su escasa infraestructura, no porque Israel los prive (una vez más, porque le encanta deshidratar gente, o hacerles llegar agua intomable: envenenada). Hoy la Autoridad Palestina gobierna sobre el 95% de los palestinos. En la Franja de Gaza, Hamás gobierna al 100% de ellos. Habrá que preguntar a esta angelical organización, por qué, con el dinero de los países donantes, a razón de miles de millones por año, en lugar de construir casas, acueductos, cañerías, cloacas, todo lo que construyeron fue túneles y cohetes. La respuesta es sencilla: la miseria palestina es funcional a perpetuar la imagen de martirologio, junto con la imagen atávica de Israel como el judío expoliador. El mito del agua (que se conecta hoy, también, con el de la energía eléctrica como otro recurso) está en el inconsciente colectivo del antisemitismo europeo,  que adopta una y otra vez no sólo al pueblo palestino, sino también a Hamás, como la moderna víctima del demonio judío, un demonio temible, al que los europeos tan bien conocen.

3) Edad Moderna: los Protocolos. En la Edad Moderna, por último, al judío se lo acusaba de querer dominar el mundo, y el texto fundacional de ello fue el panfleto apócrifo titulado «Los Protocolos de los Sabios de Sión». Hoy en día es Israel el que domina la prensa mundial, la banca mundial, los medios de comunicación, es el que decide quién se sentará en el sillón presidencial en la Casa Blanca y, sobre todo, es expansionista al robar cada vez más territorios a los palestinos.

Israel tiene 22.000 km2, menos que la provincia argentina de Tucumán. Cabe dentro de la Comunidad Valenciana en España, le empata apenas al estado brasileño de Sergipe, y le gana por poco a New Jersey, el estado más pequeño de los EEUU. Si eso es un imperio, debe ser el imperio más fracasado de la historia. Desde 1993 está negociando con los palestinos retiradas, algunas de ellas se concretaron, se creó la Autoridad Palestina, que gobierna ya sobre el 40% de Cisjordania, Israel se ha retirado unilateralmente de toda Gaza y del sur del Líbano, ha aceptado (tanto el Laborismo como el Likud) la fórmula de dos estados para dos pueblos. La desocupación de los territorios es un proceso largo, que requiere renuncias también de ambas partes, a veces se avanza por las buenas, otras por las malas, pero hacia allá vamos.

Sólo que esa verdad no encaja en el relato del judeófobo, que en su fiebre de odio no ve otra cosa que «judíos usurpando tierras ajenas». Un sociólogo argentino que es vocero de cierta izquierda en ese país, Pedro Brieger, osó utilizar la figura de los Pac-Man para caracterizar a Israel: «Se acuerdan ustedes, seguramente los que me han visto en más de una oportunidad, que yo les digo que Israel es como un Pac-Man, que avanza comiéndose al territorio palestino», dijo sin atragantarse. O sea, encima se jactó de haberlo repetido una y otra vez, como quien enseña a sus alumnos una lección importante, útil y humanista.

En la época de los Protocolos y de Mein Kampf de Hitler, se caricaturizaba a los judíos como cerdos, como buitres o como ratas, todo tipo de animales más o menos repugnantes, que van desguazando a la sociedad civilizada, apoderándose de todo recurso posible, corrompiéndola y provocando todas sus guerras. Pues bien: de la mano de Pedro Brieger, los judíos se convirtieron en Israel, y los mentados animalillos se han convertido en Pac-Man: Pedro Brieger está citando a los Protocolos de los Sabios de Sión en versión digital.

Los Carlos, Salva y Diego responderán a este artículo. Acusarán a este cronista de «insultarlos» para justificar el «genocidio». Seguirán oponiendo «hechos contundentes» de que el que mata es Israel a los palestinos, y no al revés, seguirán defendiendo a Hamás y seguirán insinuando, como lo hicieron ayer, que soy un periodista pagado (¿por quién? ¿por el «sionismo internacional», heredero del «judaísmo internacional»? Que por favor me informen quién es mi jefe, porque ya anda siendo día de pago).

Ellos seguirán, pero en sus dichos se podrán seguir encontrando las huellas inconfundibles del antisemitismo. Las críticas de corte antisemita son parte del problema, no de la solución. Pues si todo el relato de lo que está ocurriendo se reduce a: «Israel mata, palestinos mueren», ¿cuál es la solución? Parar a Israel. Y ¿quién puede parar a Israel, que es una fuerza maligna que mata por el placer de hacerlo o, en su voracidad expansionista, para quedarse con una Gaza vacía de palestinos? Nadie, que no sea por la fuerza. La conclusión necesaria de «Israel mata por matar y expandirse» sería que es necesaria la destrucción de Israel.

Por eso, el debate no es con ellos. A los antisemitas no se los puede convencer. La judeofobia es odio y no razón, es una enfermedad emocional que debe ser tratada como tal, y no un conjunto de ideas que se pueden cambiar si «se les explica bien».

Este escrito va dirigido, en cambio, al grueso de los lectores, a toda la gente de buena voluntad cuya posición es neutra o incluso indiferente, que de verdad se preocupa por los pueblos que sufren y de verdad quiere entender el conflicto. Para que el lector pueda reconocer cuándo se intenta hacer comprender, y cuándo se intenta incitar al odio. Y para esquivar al odio. Para que de verdad, algún día, se pueda llegar al entendimiento y la paz.

* Puntualmente, al denunciar que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU ha anunciado una comisión investigadora para los «crímenes de guerra de Israel», y señalar que nunca ha denunciado los de Siria, debí decir que se propone investigar los crímenes de Israel pero no los de Hamás. En el inmenso caudal informativo de esta conflagración se trata de una nimiedad, pero muy funcional para el antisemita interesado en una construcción de imagen negativa: «los judíos matan, y además mienten; y si mienten en esto, mienten también cuando culpan al Hamás».

Lo cierto es que la mentada Comisión de Derechos Humanos de la ONU es un foro cooptado por países que lo componen tales como Siria, Irán, Arabia Saudita, Sudán, Venezuela, Cuba, todos probados «campeones» de los derechos humanos. El foro sistemáticamente descuida graves violaciones a los derechos humanos en el mundo para dedicarse en proporción abismalmente superior al caso de Israel. A los que de verdad se interesan en profundizar en el tema, ver el sitio web de UN Watch: www.unwatch.org

Ver también el siguiente video, de hace algunos días, donde se ve a representantes de países tan morales como Siria intentar callar al crítico representante de UN Watch.

http://hatzadhasheni.com/paises-despotas-dictatoriales-dirigen-el-consejo-ddhh-contra-israel/

Para profundizar en todos los temas ligados al conflicto, incluyendo libros en PDF gratuitos y películas, ver el sitio de Diplomacia Pública del proyecto Hatzad Hasheni, www.hatzadhasheni.com

**Para revisar el tema del antisemitismo o judeofobia: Gustavo Daniel Perednik, La naturaleza de la judeofobia, en el que hemos basado parte de este artículo. Su versión resumida en PDF por su autor, se puede descargar del sitio de Hatzad Hasheni.

Operativo «Margen Protector», Día Veinte

Imágenes de los túneles descubiertos y luego destruidos por el ejército israelí. Israel, Egipto y la Autoridad Palestina piden fiscalización económica de Gaza, para que miles de millones de dólares donados a la población palestina sean utilizados correctamente en el futuro.

Imágenes de los túneles descubiertos y luego destruidos por el ejército israelí. Israel, Egipto y la Autoridad Palestina piden fiscalización económica de Gaza, para que miles de millones de dólares donados por el mundo a la Franja de Gaza sean utilizados en el futuro para mejorar la vida de los palestinos, y no para destruir la del vecino.

Hoy Hamás violó dos alto el fuego humanitarios. El primero por la mañana, por medio de una fuerte ráfaga de cohetes contra el sur y la zona del Sharón. A mediodía se inició otro alto el fuego, solicitado por Hamás para permitir a los habitantes festejar Id El Fitr, la festividad que cierra el mes de ayuno del Ramadán. Pero Hamás lo volvió a violar lanzando cohetes contra Israel. No hubo víctimas, pero un cohete impactó directamente en una vivienda en la zona de Eshkol. Hamás se adjudicó la mayoría de los lanzamientos.

El portavoz de Hamás en Gaza, Sami Abu Suhri, dijo que su organización «no había pedido ningún alto el fuego humanitario, y estamos dispuestos a continuar el combate; si el enemigo sionista quiere una escalada, estamos preparados». Agregó que «aceptaremos propuestas de alto el fuego si responden a la necesidad de nuestro pueblo; los pedidos no provinieron de la Resistencia (del Hamás)

Antes de ello, se había conocido el consentimiento de Hamás de un alto el fuego humanitario de 24 horas a partir de las 14.00 de hoy, para dar la posibilidad a los habitantes palestinos de Gaza la posibilidad de celebrar la festividad de Id El Fitr, que cierra el mes sagrado del Ramadán. «En respuesta al pedido de la ONU, y como parte de nuestros esfuerzos de tener en consideración a los civiles de Gaza y permitirles la ayuda, han accedido las facciones de la Resistencia a la medida».

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Israel accedió también, pero a esa misma hora se produjeron nuevos disparos de Hamás contra el sur israelí. Luego de producirse ráfagas de cohetes, Israel declaró el segundo colapso del alto el fuego en un mismo día, y el ejército israelí reanudó sus ataques, bombardeando desde el aire unos 20 blancos en la Franja de Gaza. Como está dicho, el mismo portavoz de Hamás, Abu Suhri, negó haber apoyado el alto el fuego humanitario. Según fuentes palestinas asciende a 11 la cantidad de muertos palestinos desde esta mañana.

En los cementerios israelíes fueron enterrados más soldados y oficiales israelíes, y la cuenta de bajas alcanza los 43. Hoy fueron sepultados los restos de ocho de ellos.

El gabinete de Defensa se reunió esta tarde para debatir la continuación del Operativo «Margen Protector» y sobre las iniciativas internacionales para alcanzar un cese del fuego. El premier israelí, Biniamín Netanyahu, dijo en la apertura de la reunión que «Hamás acaba de violar un alto el fuego que esa organización misma propuso, y continúan disparando contra Israel. Israel continuará trabajando en la neutralización de los túneles terroristas, y el operativo continuará hasta que logre su objetivo: recuperar la calma para los habitantes de Israel por un largo período».

En la reunión de gabinete que al cierre de estas líneas todavía continuaba, pugnaban entre sí dos visiones: por un lado, la de quienes apoyan ir hasta el final contra el Hamás e incluso voltearlo del gobierno. Esta sería una postura en minoría. Por otro lado, la postura de Netanyahu y buena parte de sus ministros, que mantienen la postura de «no disparos se responderá con no disparos; pero con los túneles no hay conciliación: todos deben ser localizados e inutilizados».

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Existen dos propuestas de pacificación: una de Egipto y otra de Qatar. Tienen en común algunos alivios a la vida cotidiana de la población palestina. Pero la diferencia entre ambas es que, mientras la de Egipto sostiene que el Hamás no se puede rearmar, que Israel podrá seguir destruyendo los túneles terroristas durante la tregua inicial de 7 días, y que la Franja de Gaza deberá ser una zona desmilitarizada, la propuesta de Qatar no contempla el desarme de Gaza ni del Hamás. John Kerry, durante su presencia en la región este fin de semana, elevó una propuesta propia que se parecía más a la de Qatar que a la de Egipto, y su mediación fracasó. No sólo Israel y Egipto apoyan la propuesta de éste: también la apoya la misma Autoridad Palestina, encabezada por su presidente, Mahmud Abbas.

En cuanto a las posiciones de cada bando, Israel (todavía en deliberaciones) exige: 1) Destrucción de todos los túneles. 2) Desarme de toda Gaza de cohetes. 3) Inspección del dinero que ingresa en la Franja de Gaza para que no sirva a propósitos terroristas.

Hamás exige: 1) Fin de todo bloqueo israelí sobre Gaza. 2) Apertura total del Paso de Rafah hacia y desde Egipto, con garantías internacionales. 3) Puerto marítimo. 4) Liberación de los 56 presos que habían sido liberados en el acuerdo por Guilad Shalit y que fueron reapresados por violar su libertad condicional en el timing del secuestro de los tres adolescentes israelíes. 5) Liberación de todos los miembros del parlamento palestino representantes de Hamás. 6) Garantía de transferencia de los salarios de ex empleados del gobierno de Hamás. 7) Ampliación de las aguas pesqueras.

Durante todo el día de ayer, día 19 del operativo, se mantuvo un alto el fuego humanitario que culminó sólo en horas de la noche. Durante la pausa, decretada para que los habitantes de Gaza pudieran abastecerse de productos de primera necesidad, los palestinos pudieron salir de viviendas e instalaciones utilizadas como refugio, pero el ejército no permitió su regreso a sus casas.

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De todos modos, quienes se asomaron a las calles fueron testigos de la devastación producto del operativo israelí, y fuerzas de rescate informaron haber extraído otros 150 cuerpos sin vida de palestinos de entre los escombros. Las víctimas fatales palestinas rompieron así la barrera de los mil, según fuentes médicas de Gaza.

En tanto, el hospital de campaña que Israel abrió junto al paso fronterizo con la Franja de Gaza para atender heridos palestinos permanece vacío. A pesar de poder atender dieciocho pacientes a la vez, ninguno ha acudido: Hamás prohíbe a los habitantes de Gaza atenderse allí.

«Margen Protector», Día Dieciséis

La comunidad internacional da luz verde contra el terorrismo. Helicóptero israelí sobre zonas de Gaza, vacías de civiles.

La comunidad internacional da luz verde contra el terorrismo. Helicóptero israelí sobre zonas de Gaza, vacías de civiles.

Los palestinos informan que las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel) bombardearon anoche las zonas de Beit Lahía y Beit Janún, en el centro de la Franja de Gaza. También fueron bombardeados por la noche objetivos en la zona de Jan Yunes, al sur de la Franja.

Fuentes médicas palestinas informan que el saldo de muertos palestinos asciende a 640 y más de 4.000 heridos desde el comienzo del operativo hace ya 16 días. Las zonas de Shudjahíe, Beit Lahíe y Beit Janún están prácticamente deshabitadas. Los civiles se han evacuado a otras zonas con parientes y amigos o a las instalaciones de la UNWRA (la agencia de la ONU para los refugiados palestinos) que informa que ya se acercan a 150.000 los palestinos que accedieron a los llamados israelíes a evacuar sus hogares. La Fuerza Aérea, por ello, está bombardeando la red de túneles y reservorios de cohetes con bombas de hasta una tonelada sin daños tan enormes a la población civil. En combates ayer, el ejército informa que han sido liquidados alrededor de 30 terroristas armados, y 28 más fueron apresados.

En los hospitales israelíes se encuentran internados 133 soldados y oficiales del ejército. Uno se encuentra en estado sumamente grave, el de otros cinco es grave. El resto padecen de heridas de consideración a leves. Anoche murieron en combates con Hamás otros dos soldados israelíes, ambos con rango de oficiales. La cuenta de bajas israelíes asciende así a 29.

En tanto, durante la jornada de ayer fueron disparados unos 100 cohetes desde la Franja de Gaza hacia el sur y centro del país. No se registraron víctimas. Hoy continuaron los disparos y hasta las 10.00 hora israelí se habían disparado sólo 10 cohetes, pero lo cierto es que en total, las FDI no logran verdaderamente aún reducir de modo decisivo los disparos, y el Comando de Retaguardia del ejército llama a los habitantes de Israel a no «dejarse estar» y seguir respetando las indicaciones de seguridad a la hora de las alarmas.

La Autoridad Palestina propone cinco días de deliberaciones en El Cairo, en los que se negocie con Hamás acerca de sus demandas, en el marco de los esfuerzos por alcanzar un alto el fuego. Ayer respaldó el presidente de la AP, Mahmud Abbas, al Hamás en cuanto a sus exigencias de alivios económicos y liberación de los presos palestinos que habían sido liberados en el acuerdo por Guilad Shalit y fueron vueltos a arrestar.

Abbas (Abu Mazen) también llama a reunir una conferencia de los países donantes, para reconstruir la Franja de Gaza luego del operativo israelí. También apoyó la postura egipcia de que el alto el fuego sea impuesto antes aún de comenzar a debatir las exigencias de Hamás.

El jefe del brazo político de Hamás, Khaled Mashal, convocó para esta noche una conferencia de prensa en Qatar. El canciller iraní Jahual Zarif, dialogó telefónicamente anoche con Mashal y lo felicitó por «la resistencia palestina contra la ocupación». Zarif enfatizó que «Irán está junto al pueblo palestino y apoya su firme posición».

Analistas en Israel explicaron que durante este operativo se ha producido un acercamiento entre Mashal y Teherán. Irán había cerrado sus puertas a Hamás en los últimos años, luego de que Hamás apoyara a los jihadistas sunitas rebelados en Siria contra el régimen de Assad en 2010. En ese momento, ambos países, Irán y Siria, catalogaron a Hamás como «traidores», y Mashal y su séquito debieron abandonar Damasco. Sólo este enfrentamiento con Israel, el enemigo en común, logra reacercar las posiciones entre el Hamás sunita e Irán chiíta.

En el plano diplomático, la Conferencia de Cancilleres de Europa aprobó una resolución ayer por la que expresan su apoyo al derecho de Israel a defenderse y a luchar contra el terrorismo, aunque llamó a Jerusalén a ser «medido» en el daño a civiles. El gobierno israelí expresó su beneplácito por las expresiones de Europa.

El embajador israelí en la ONU, Ron Prosor, dijo al respecto que «la comunidad internacional ha comenzado a comprender el peligro que encierra el terrorismo islámico, y el apoyo que sus líderes le brindan a Israel le permite a su ejército desarrollar el operativo a fondo». Prosor agregó que «quien no apoye la lucha de Israel contra el terrorismo, podría descubrirlo mañana en la puerta de su casa».

Prosor dijo también que «la intrincada red de túneles construida por Hamás ha demostrado al mundo entero que Hamás ha utilizado los fondos donados por el mundo entero con fines terroristas, y que Israel tuvo razón al implantar el bloqueo para material de construcción a la Franja de Gaza».

«Israel exigirá a la agencia de refugiados de la ONU, UNWRA, que esa organización se asegure de que Hamás no vuelva a utilizar sus instalaciones para el almacenamiento de cohetes y otros medios de combate», anunció Prosor.

Una primera compañía aérea norteamericana, US Airways, reanuda sus vuelos a Israel. Por un cohete caído en una vivienda en Yehud, cerca del Aeropuerto Internacional Ben Gurión, varias compañías aéreas norteamericanas y de otros países suspendieron sus aterrizajes en Tel Aviv. El Al funciona normalmente, e incluso agregó vuelos y destinos.