BALANCE INCOMPLETO 5775: ISRAEL, O… LOS PARANOICOS QUE ISIS E IRÁN PERSIGUEN

Lo que le falta crecer a Herzog. Imagen de un improvisado debate televisivo, que se transformó en ícono de la derrota de Herzog a manos de Netanyahu.

Lo que le falta crecer a Herzog. Imagen de un improvisado debate televisivo, que se transformó en ícono de la derrota del líder de Majané Tzioní (laboristas) a manos de Netanyahu.

Por Marcelo Kisilevski

¿Cuáles son, en Israel y el Medio Oriente, los eventos centrales del año 5775 que termina?

El evento central en Israel del año hebreo que termina es, sin duda, la reelección de Biniamín Netanyahu como primer ministro. Los analistas se esfuerzan por descifrar el secreto de este político, al que no todos quieren, pero que nadie sabe por quién ni cómo reemplazar. En el propio Likud es quizás uno de los más aborrecidos, pero ganó las internas precisamente por no hallar dentro del partido de gobierno un reemplazo apropiado que pudiera ganar en las nacionales.

Finalmente ganó el miedo, una sensación de seguridad que Itzjak Buyi Herzog no pudo ofrecer al ciudadano común. No fue solo la frase de Bibi en Youtube, «los árabes corren masivamente hacia las urnas», ni los lapsus de los izquierdistas ashkenazíes que acusaron a los «besadores de amuletos», los religiosos y sefardíes. Estas fueron frases desafortunadas, que revelan que todavía los cortes y las adversidades dentro de la sociedad israelí todavía están vivos.

Pero las amenazas externas, fuertes y rotundas, ayudaron más aún al reelecto premier. Frente a las amenazas de Hamás, desnudadas más que nunca por el fenómeno ISIS, vale la frase inmortal de Woody Allen: «Que uno sea paranoico no significa que no lo estén persiguiendo». Herzog, además de oponer una alternativa cuerda y de hablar de seguridad y no sólo de economía, deberá todavía trabajar mucho sobre su imagen… si es que sobrevive a las próximas internas laboristas. Muchos votantes dijeron: «Solo Bibi me da una sensación de seguridad». Otros, tradicionales votantes del Likud, casi se disculpaban: «¿Y a quién otro quieres que vote?» Suena como votar por el mal menor, sobre todo teniendo en cuenta que muchos votantes de Bibi pertenecen a las capas más pobres de la población, que seguirán siéndo pobres gracias a su política. Para Netanyahu, no obstante, fue suficiente.

El gran éxito de las elecciones se lo llevó, sin embargo, la bancada árabe de Ayman Uda, por haber logrado unificar a políticos que van desde la devoción musulmana, a veces rayana en el apoyo al islam radical, pasando por un polígamo, hasta otros diputados árabes que apoyan los derechos de los homosexuales. Se trata de una obra de ingeniería política nada desdeñable, en la que políticos tan dispares entendieron que la unión puede valer la pena para convertirse en la tercera bancada del parlamento israelí.

No podemos olvidar que este es también el año del odio, en el que un jaredí (judío ultraortodoxo) acabó con la vida de Shira Banki, una adolescente de 16 años que participó en una Marcha del Orgullo Gay en Jerusalén, y en que extremistas judíos de ultraderecha religiosa incendiaron la casa de la familia palestina Dawabsha en la aldea Duma, acabando con la vida de Ali, un bebé de un año y medio, y sus padres. Meir Etinguer, sospechoso de pertenecer a una célula terrorista judía presuntamente relacionada con el ataque, dijo desde su lugar de arresto que su grupo seguirá luchando por «crear el Estado de Judea», un Estado halájico que regrese a las fuentes de la época del rey David.

El año en la región

En el Medio Oriente, las diez guerras ya se han cobrado más de medio millón de vidas y producido cerca de diez millones de refugiados. Cuatro de esos millones, los sirios, tocan hoy a las puertas de Europa, y el cadáver de un niño de dos años tirado en la playa les cuenta a los europeos que el problema ahora es de ellos. En Siria el problema tiene nombre y apellido: Bashar El Assad, al que Rusia e Irán corren esta semana a ayudar abiertamente con armas y tropas. El bloque occidental, liderado por EEUU, deberá responder también a esta realidad.

No es fácil decidir apoyos y leer alianzas. Los rusos y los iraníes buscan la estabilidad de Assad en contra de ISIS, que también es enemigo de EEUU y de todo Occidente. Si «gana» Assad, Irán seguirá a las puertas de Israel. Si gana ISIS, en negociación para aliarse con el Frente Nusra, el Al Qaeda sirio, es el islam radical sunita el que amenazará las fronteras de Israel.

No es solamente ISIS, pero esta organización se terminó de revelar este año como el nuevo reino de la brutalidad a escala mundial. La organización adscribe a la ideología de Rashid Bagdadi, ya muerto, que opinaba que cuanto mayor fuera la crueldad, cuantas más cabezas rodaran, literalmente hablando, más pura se volvería el alma del creyente.

Entre otros males, la institución de la esclavitud ha renacido en todo su esplendor en el universo ISIS. Miles de habitantes del Medio Oriente, en su mayoría otros musulmanes pero también cristianos, son vendidos y comprados en los mercados de Irak y Siria. Y la discusión teológica hoy gira en torno a si le está permitido al hombre musulmán mantener relaciones sexuales con la esclava de su esposa. Y las opiniones en este crucial debate están divididas entre los «sabios» de ISIS…

La organización terrorista ya es no solo la más cruel sino también la más rica del mundo, pues maneja un país de más de diez millones de habitantes, en un territorio que ocupa casi medio Irak y un tercio de Siria, cobrando impuestos y comerciando con petróleo en el mercado negro internacional. La frontera entre ambos países ha desaparecido, y Occidente tendrá que decidir qué actitud tomará ante el nacimiento de un país nuevo autobautizado «El Califato», que en el camino amenaza con borrar otros dos países miembros de la ONU: Irak y Siria. ISIS ya ha anunciado que su agenda de conquistas incluye Libia, Egipto, Israel-Palestina, Líbano, Jordania y Arabia Saudita. Según la teología de Dar El Islam, aquel espacio imperial árabe que abarcaba las conquistas de Mahoma, los Cuatro Califas Rectos y la Dinastía Omeya, es solo el comienzo. Lo cierto, para el que quiera pensar con lógica, es que ISIS no se detendrá solo, y Occidente tendrá que decidir, aquí también, cuál será su actitud.

Este es también el año del acuerdo entre las potencias occidentales e Irán por el plan nuclear del país de los ayatollas. La discusión sobre el desempeño del premier Netanyahu es una discusión entre políticos israelíes. Queda claro, al final del día, que se trata de un acuerdo sumamente problemático que, como mucho, posterga la adquisición por Irán de armamento nuclear. Los países árabes se oponen tanto o más que Israel al acuerdo, solo lo manifiestan con menos ruido que el premier israelí. Cuando se termine de sellar el acuerdo, las relaciones entre EEUU e Israel se revelarán como vivas, coleando y más fructíferas que nunca para Israel en el plano militar, pues la Casa Blanca y, especialmente, el Pentágono, querrán mimar a Israel en compensación. Mientras Obama sueña con neutralizar la hostilidad de Irán al convertirlo en «un actor relevante para la estabilidad del Medio Oriente», el líder espiritual iraní, el ayatolla Alí Khamenei, ya anunció que su país seguiría luchando junto a sus aliados para exterminar a Israel, prometiendo que el Estado hebreo dejará de existir «en el lapso de 25 años».

En todo ese contexto, en medio de un tsunami de islam radical, el gobierno de Netanyahu anuncia que está dispuesto al diálogo sin condiciones previas con la Autoridad Palestina de Mahmud Abbas. Se trataría de un paso inteligente, que acompañaría los esfuerzos de Turquía por mediar en emprendimientos económicos, la tan mentada «Pax económica», entre ambas partes en conflicto.

Economía y cultura

A nivel socio-económico en Israel, ni las medidas del anterior ministro de Economía, Yair Lapid, ni las elecciones, en las que Bibi prometía en vano hacer descender el precio de la vivienda, parecen lograr reducir el costo de vida, y la brecha entre ricos y pobres aumenta. Doscientas mil familias necesitarán en estas fiestas asistencia de las numerosas ONGs que reparten canastas de comida para la cena de Rosh Hashaná, un aumento significativo respecto del año pasado. Muchos matrimonios jóvenes que viven con sus padres, abren la ventana y miran a otros países donde logren hacer que su salario alcance. El país que más se escucha nombrar como destino migratorio, igual que para muchos sirios, es Alemania.

Sin embargo, Israel sigue siendo meta migratoria para muchos otros grupos, entre ellos, aquellos judíos que ven crecer el antisemitismo en sus países. Uno de ellos, es Francia, pero cada vez aumentan los lugares en el mundo donde circular por la vía pública con kipá puede resultar en una experiencia llena de tensión, por decirlo delicadamente. La «aliá» a Israel motivada en el malestar espiritual más que en el económico, ha crecido en el año que termina. En lo económico, Israel no es un país fácil, pero esto está medido en términos del primer mundo.

Como párrafo cultural, la noticia de este año es el nombramiento de Miri Reguev como ministra de Cultura. Reguev se había hecho famosa como portavoz del ejército israelí durante la Desconexión de Gaza y en la Segunda Guerra del Líbano. A su retiro, se incorporó sin dudarlo al Likud. Desde el principio se manifestó como un «patito feo» de la política israelí, a veces provocativa, siempre polémica. El ministerio de Cultura estaba claramente fuera de su zona de confort. Hoy enarbola con ruido de petardos la bandera de la cultura periférica no ashkenazí, con una agenda declarada de poner a la periferia israelí, tanto social como geográfica, en el mapa de la cultura, aún al punto de recortar significativamente los presupuestos de la cultura hegemónica mainstream, ashkenazí, occidentalizante, de Israel. No es una visión descartable persé. La pregunta que muchos se hacen es entonces por el estilo: ¿hace falta pelearse, para tan noble fin, con la actriz símbolo de la alta cultura israelí, la enorme actriz Guila Almagor y con todos los hacedores de la cultura «telavivense»? ¿Hace falta amenazar con negar presupuestos a producciones artísticas que según su visión política «deslegitiman a Israel», produciendo titulares y atrayendo fuego innecesario?

Para 5776, cabe esperar un año hebreo con menos enfrentamientos, donde la norma sea la convivencia, la solidaridad y la paz. Que esta no sea una frase de circunstancia. Shaná Tová.

Elecciones: resultados y algunas lecturas

Tzipi Livni es la ganadora de las elecciones de ayer, aunque no pueda formar finalmente coalición. En la última semana, en la recta final, la campaña despertó un poco de su adormilamiento, y en muchos sectores pudo más el miedo a Bibi. A ella parecen haber confluido, en efecto, votos del Laborismo, de Meretz, de las mujeres y de los árabes.

Finalmente le ganó a Biniamín Netaniahu y esa es una victoria personal que no le podrán arrebatar. Tzipi Livni será una líder central en la política israelí en los próximos años, y su partido Kadima ha demostrado que no hereda a otros intentos fracasados de partidos de centro (Shinui, Haderej Hashlishit, Dash, etc.). Sin embargo, quizás repita la historia de Al Gore, que ganó en cantidad de votos, pero quedó fuera de la Casa Blanca.

Otra lectura es que, en realidad, todos perdieron: Livni ganó en votos, pero tiene escasas posibilidades de formar coalición. Netaniahu quedó segundo; puede ser el próximo primer ministro, pero se lo privó de una victoria clara, y ayer reclamaba el triunfo, no del Likud, sino del «sector nacional», la victoria de la derecha, «con el Likud a la cabeza». Casi suena a premio consuelo.

Ehud Barak, líder del Laborismo, que esperaba obtener 20 diputados, obtuvo apenas 13, detrás de Liberman con su partido Israel Beiteinu, al que se le propiciaba 19 diputados en las intenciones de voto. Sin embargo, no parece haber posibilidad de gobierno sin Liberman, y ese es su consuelo y su triunfo.

Shas, el partido religioso sefardí, conserva su peso parlamentario de 11 diputados, y la izquierda sionista tradicional, el Nuevo Movimiento Meretz, sigue su lenta agonía, habiendo obtenido 3 diputados solamente.

Lo que queda claro es que la sociedad israelí, en su eterno pendular, dio en este caso un paso a la derecha. Si Netaniahu quiere, puede formar tranquilamente una coalición de por lo menos 64 diputados, en la que él sería su puntal izquierdo, cosa que no desea.

Las razones de este viraje -que tranquilamente se puede revertir en los próximos comicios- se pueden rastrear en un enojo y un miedo. Enojo contra el actual gobierno de Ehud Olmert (Kadima) por lo que se percibe en la calle israelí como un «desperdicio de oportunidad», la de derribar al Hamás de su gobierno en la Franja de Gaza, después de un operativo militar tan bien ejecutado, y con tan pocas bajas para Israel.

Y el miedo es Irán. Netaniahu ha dicho claramente que «no va a haber un Irán nuclear», negándose enigmáticamente a añadir más, pero no hacía falta. Es evidente que Irán y su inminente poderío nuclear, unido a otras advertencias del ex premier del Likud sobre la posibilidad de que Livni «divida Jerusalem», han surtido buen efecto sobre la mitad de la sociedad israelí.

Una mala noticia para todo el sistema político es la agonía de la izquierda y el progresismo israelí. El Laborismo puede de algún modo atribuir su deshidratación al miedo a Netaniahu, que hizo que muchos migraran a Kadima. No falta quien recomiende en la prensa israelí la urgente fusión entre ambos partidos, entre los que prácticamente no existe diferencia programática. Entre ambos reunirían 41 escaños en la 18° Knesset y serían un factor central indiscutible en este período parlamentario, incluida la posibilidad de ser gobierno.

Los votos también migraron a Kadima desde Meretz, que hoy lame las heridas y les pregunta a los votantes por qué dieron la espalda al partido laico-ashkenazí-progresista. Lo de Meretz se parece a una tragedia griega. A medida que su plataforma histórica va siendo adoptada por los partidos del mainstream, como por ejemplo, «territorios a cambio de paz» y «dos estados para dos pueblos», el partido que representaba a lo «más lindo» del sionismo histórico, a saber: los kibutzim, el socialismo, el pionerismo no violento, el pacifismo y los derechos humanos, es castigado en las urnas en lugar de ser premiado por su triunfo en la historia. Los próximos años, Meretz deberá dedicarse a diseñar una estrategia para no desaparecer en los próximos comicios.

En fin. Los resultados, por el momento, y hasta que se implementen los acuerdos por votos residuales, quedan así:

Kadima (Livni): 28

Likud: 27

Israel Beiteinu (derecha, partido de los nuevos inmigrantes): 15

Laborismo: 13

Shas (ultraortodoxos sefardíes): 11

Iahadut Hatorá (ultraortodoxos ashkenazíes): 5

Ijud Leumí (derecha): 4

Jadash (comunistas): 4

Raam-Taal (árabes): 4

Balad (árabes): 3

Se quedaron fuera por no alcanzar el umbral necesario de votos: Guil (Jubilados), el gran perdedor, pues había gozado de 7 escaños en la Knesset saliente; Ierukim (Verdes, ecologistas), Alé Yarok (Hoja Verde, por la despenalización del uso de drogas livianas), el Movimiento-Verde-Meimad (ecologistas y religiosos sionistas moderados), e Israel Jazaká (derecha, contra el crimen organizado), entre muchos otros.

Encuentro de Análisis Post-Electoral

Imagen de la última video conferencia con las comunidades latinas del norte. La del jueves, apta para todo público.

Imagen de la última video conferencia con las comunidades latinas del norte. La del jueves, apta para todo público.

Este martes son las elecciones. El miércoles vienen las repercusiones, empiezan las negociaciones coalicionarias de aquellos que ganaron, y los rendimientos de cuenta para aquellos que perdieron.

Yo los invito a encontrarnos el jueves en la red para analizar juntos lo que pasó y lo que puede pasar de acá en más. Repitiendo el éxito de la web-conference de la semana pasada, la cita es este jueves 12.2 a las 23.oo hora israelí (GMT+2), cosa de ajustarme lo más posible al horario latinoamericano.

¿Cómo acceder? Hagan click aquí abajo, donde dice «Israel, elecciones y después», que los va a llevar a la plataforma de WizIQ.com. Ahí se les va a pedir que se inscriban con email y contraseña, y quedarán inscriptos a la charla. Si hay preguntas al respecto, no duden en escribir. Los espero!

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Atacar o no atacar, ésa es la cuestión

Haaretz)

Lo que quedó de una casa, en un kibutz del sur. (Foto: Haaretz)

Una rápida mirada a la tapa de los principales diarios israelíes arroja un panorama preocupante. Una bomba de mortero hizo trizas una casa en un kibutz del sur, junto a la Franja de Gaza. El ejército, en tanto, llama a sus soldados en servicio permanente a tomarse vacaciones ahora, lo antes posible. Después no van a poder. Mientras tanto el gobierno negocia consigo mismo si negociar con Hamás una renovación de la tregua o atacar. El padre de Guilad Shalit se opone a una nueva tregua que no incluya la devolución de su hijo.

Atacar o no atacar, ésa es la nada fácil cuestión. El radio de llegada de los misiles del Hamás llega hasta Ashdod e incluso hasta las afueras de Beer Sheva. Queda claro, a nivel estratégico, que la Desconexión, retrospectivamente, fue un error en esas condiciones: por unilateral, y por no tener en cuenta las condiciones políticas en el terreno, a saber, la hegemonía del Hamás, que echarían por tierra cualquier intento negociador que no sea puntual. En esas condiciones, cualquier tregua hace el juego del Hamás, que aprovecha el tiempo de descuento para rearmarse y sobrearmarse.

Ahora, Israel se parece al clásico paciente odontológico, que no pide turno al odontólogo hasta que duele de verdad y no queda más remedio. Sólo que a esas alturas, ya no será una amalgama, sino un tratamiento de conducto, cuando no la extracción total del molar. O sea: el precio que deberá pagar Israel, tanto en vidas de soldados como en imagen internacional, crece con cada día que pasa. Quizás no sean los mismos números de caídos que en la Segunda Guerra del Líbano, pero la dinámica es la misma: dejar pasar el tiempo permitió la transformación del Hamás, al igual que Hezbollah, en un ejército de guerrilla altamente profesional.

Por otro lado, el problema no termina allí: Israel empieza 2009 en clave de elecciones, con un primer ministro que ha renunciado y que no tiene capacidad estatutaria ni política para lanzar una nueva guerra. Dentro del gabinete se enfrentan dos posturas. Por un lado, el premier saliente, Ehud Olmert (Kadima pero irrelevante), hace dupla con el ministro de Defensa Ehud Barak (Laborismo, tercero en las encuestas) en la tesitura de la autocontensión. Ninguno de los dos puede ni quiere terminar su carrera política con otro fiasco militar en el que, nuevamente, no se fijen metas para la conflagración. Pues una guerra en Gaza que no tenga como objetivo el fin del régimen del Hamás en Gaza u otro objetivo claro por el estilo, está condenado a repetir la historia ocurrida en el Líbano. Y derribar al Hamás, hoy, cuesta muchos cadáveres.

En el otro rincón, la canciller Tzipi Livni hace pareja con Jaim Ramón (Kadima, segundo en las intenciones de voto) en favor de un ataque masivo, que contaría con el apoyo del líder del Likud (primero en las encuestas), Biniamín Netaniahu. Sencillamente, el ataque, cuanto antes, es popular. Antes de cualquier acuerdo de paz, la gente quiere ver acción, para negociar después desde una posición de fuerza, y la mera declaración en tal sentido les valdrá a los principales candidatos, así lo esperan, un aumento significativo en las urnas.

Nada de lo que se haga o se deje de hacer en las próximas semanas podrá escapar a la coyuntura electoral, y los protagonistas probablemente saldrán mal parados, hagan lo que hagan. En el camino, muchas vidas estarán en juego, no sólo israelíes pero también, no sólo la de Guilad Shalit, pero también.

Empiezan las encuestas del 10 de febrero

Mucho trabajo esta semana y poco tiempo para escribir, pero no me rindo!

Porque han comenzado a publicarse los sondeos de intención de voto para las elecciones del 10 de febrero, y las grandes estrellas, por sus reposicionamientos positivos, son el derechista Likud, el de izquierda Meretz y también los Verdes (Ecologistas). Gran caída del Laborismo, y desaparición (prevista) de los Jubilados.

Como primera lectura, el crecimiento del alicaído Meretz es el acuse de recibo de la crisis socioeconómica mundial que ya ha comenzado a cobrarse sus primeras víctimas, con un índice de despidos de 800 trabajadores por día promedio, más una ola de denuncias mediáticas de explotación en el campo laboral. Escuché al líder, Jaim Orón, esta mañana por radio. Está planeando un frente socioeconómico que trascenderá a Meretz, e incluirá a excluidos (o autoexcluidos) del Laborismo, con los cuales ya está manteniendo negociaciones, por ahora a puertas cerradas.

La impresionante recuperación del Likud, por su parte, da cuenta que el voto, de todos modos y a pesar de todo, seguirá girando en torno a lo político, a las negociaciones con nuestros vecinos, y como reacción a las promesas concesivas de Kadima y Tzipi Livni.

La cosa al día de hoy, según el diario Israel Hayom y el Instituto Gal Jadash, está así:

Likud (Bibi Netaniahu): 33 escaños en la Knesset (de un total de 120) (En la Knesset saliente: 12)

Kadima (Tzipi Livni): 28 (29)

Laborismo (Ehud Barak): 11 (19)

Shas (Eli Ishai, ultraortodoxos y tradicionalistas sefardíes): 10 (12)

Partidos Árabes (Balad-Raam): 10 (10)

Israel Beiteinu (Avigdor Liberman): 7 (11)

Meretz (Jaim Orón): 7 (5)

Ijud Leumí-Mafdal: 6 (9)

Iahadut Hatorá (ultraortodoxos ashkenazíes): 5 (5)

Verdes: 3 (0)

Noticias de Sucot

En Israel, Sucot es una fiesta...

En Israel, Sucot es una fiesta...

La festividad de Sucot empieza hoy en Israel, con la noticia de la firma del acuerdo coalicionario entre Kadima y Avodá. Ello acerca más a la flamante líder del partido de gobierno, Tzipi Livni, a convertirse en la primera premier mujer desde la legendaria Golda Meir.

Lo que le aseguró Livni al líder laborista, Ehud Barak: será nombrado Alto Vice Primer Ministro, aunque es sólo un asunto nominal; tendrá poder de vetar los temas a ser tratados en el gabinete; será un alto miembro del equipo ministerial de negociación con los palestinos; toda propuesta de reforma en la Corte Suprema de Justicia deberá ser con aprovación del Laborismo; no habrá aumento del Presupuesto Nacional, pero se aumentarán las jubilaciones y el arancel universitario será congelado.

Ahora sólo falta el consentimiento del partido Shas, que tiene dos exigencias claras: las subvenciones por familia numerosa y que el gobierno no negocie con los palestinos una sola pulgada de Jerusalem, ni siquiera en los barrios árabes. Eli Ishai, el líder político de Shas, dijo que una no flexibiliza a la otra: aun si logran las subvenciones, no aceptarán que Jerusalem sea negociada.

 

Optimismo en Kadima. Camino a la gloria, Tzipi deberá hablar con Eli.

Optimismo en Kadima. Camino a la gloria, Tzipi deberá hablar con Eli.

En otro orden, Taufik Jamal, el conductor que entró en una calle judía en pleno Yom Kipur en Acco, fue arrestado y podría ser juzgado por delito de ofensa religiosa. Esta semana se encontró con la familia judía afectada para pedirle perdón. A regañadientes, pero fue perdonado.

Fuera de eso, los inversionistas respiraron aliviados hoy porque la bolsa de Tel Aviv ayer cerró con una baja de apenas un 4%, y todos los analistas dijeron que se trataba de un diploma de madurez para el público de ahorristas e inversionistas de Israel, que no provocaron una estampida financiera. Quizás ayudó también que el inisterio de Economía haya anunciado una «red de seguridad» para los bancos israelíes, cuando llegue el tsunami…

Jag Sameaj para todos!