
Nuevas tecnologías (caseras) y un poco de audacia: VC de casa a casa.
La semana pasada logramos la proeza: una video conferencia con costo 0 (cero!) en tecnología. Digo logramos porque fue en conjunto con el equipo de dirección de la escuela J.N. Bialik de Rosario, Argentina, en una capacitación para el equipo docente en pleno, y con el auspicio del Programa Jail, del Ministerio de Educación de Israel.
Atención instituciones y grupos privados: todo es cuestión de animarse, que las conexiones hoy en día andan mucho mejor. Se trata de «traer» un ponente desde Israel, pero con el único gasto de los honorarios del ponente: ni vuelo, ni hotel, ni viáticos, tampoco gastos de equipos, cámara, conexión coaxil. Cuando el presupuesto no dio para la conexión para Video Conferencia entre el Contact Center de la Sojnut en Jerusalem y la comunidad rosarina, decidimos dar el salto y jugarnos por el nunca bien ponderado Messenger. También se puede hacer por Skype. No hemos inventado la rueda, y ya son muchas las instituciones que realizan actividades de intercambio educativo internacional por estas vías.

La directora del Bialik, Noemí Almus Simbler, y el equipo docente del Bialik, en clase...
¿Y cómo fue? Con Andrea Trumper, una docente con agallas, probamos equipos, primero desde su casa en Rosario a la mía en Modiín, y todo perfecto. Pero desde la escuela la conexión no enganchaba, aparentemente debido a que las computadoras están conectadas en red. Decidimos que debía ser de casa a casa.
Noemí Almus Simbler, la valiente directora del Bialik, decidió levantar el guante e invitar a todos sus docentes a su propia casa. Laptop, cañón, café y facturas mediante, cosa de hacerme extrañar. Yo mandé una presentación en Power Point de antemano, tema: «Religión y Estado en Israel, y sus implicancias para la vida cotidiana».
Llegada la hora, nos conectamos. Cuando la imagen no anduvo, pasamos al audio, que anduvo perfecto durante dos horas. Yo iba hablando como por radio, con la diferencia de que escuchaba a mis oyentes, hasta cuando se reían, cosa que no pasa en la técnica de la web-conference, e iba contestando preguntas. Yo iba pidiendo «Próximo slide», y en Rosario iban apretando la flechita de la Power Point.
Una vez pasada la novedad, el medio dejó de ser el mensaje, y nos metimos de lleno en la problemática social israelí, como si estuviéramos todos juntos sentados en el living de Noemí.
Una cosa para corregir: cuando terminamos, decidimos probar de nuevo el video. Ahí anduvo otra vez, entonces vi mi propia cara enorme proyectada en la pared, y me hizo acordar del Gran Hermano, pero el original, el de «1984» de Orwell. Del terror. Les dejo a ustedes los comentarios sobre la época extraña e increíble que nos toca vivir. Yo, por mi parte, prometo alejar un poco la cámara la próxima vez…

La concurrencia viendo un slide del PPT, enviado sencilla y previamente por e-mail desde Modiín. Un lujo.