Elecciones: resultados y algunas lecturas

Tzipi Livni es la ganadora de las elecciones de ayer, aunque no pueda formar finalmente coalición. En la última semana, en la recta final, la campaña despertó un poco de su adormilamiento, y en muchos sectores pudo más el miedo a Bibi. A ella parecen haber confluido, en efecto, votos del Laborismo, de Meretz, de las mujeres y de los árabes.

Finalmente le ganó a Biniamín Netaniahu y esa es una victoria personal que no le podrán arrebatar. Tzipi Livni será una líder central en la política israelí en los próximos años, y su partido Kadima ha demostrado que no hereda a otros intentos fracasados de partidos de centro (Shinui, Haderej Hashlishit, Dash, etc.). Sin embargo, quizás repita la historia de Al Gore, que ganó en cantidad de votos, pero quedó fuera de la Casa Blanca.

Otra lectura es que, en realidad, todos perdieron: Livni ganó en votos, pero tiene escasas posibilidades de formar coalición. Netaniahu quedó segundo; puede ser el próximo primer ministro, pero se lo privó de una victoria clara, y ayer reclamaba el triunfo, no del Likud, sino del «sector nacional», la victoria de la derecha, «con el Likud a la cabeza». Casi suena a premio consuelo.

Ehud Barak, líder del Laborismo, que esperaba obtener 20 diputados, obtuvo apenas 13, detrás de Liberman con su partido Israel Beiteinu, al que se le propiciaba 19 diputados en las intenciones de voto. Sin embargo, no parece haber posibilidad de gobierno sin Liberman, y ese es su consuelo y su triunfo.

Shas, el partido religioso sefardí, conserva su peso parlamentario de 11 diputados, y la izquierda sionista tradicional, el Nuevo Movimiento Meretz, sigue su lenta agonía, habiendo obtenido 3 diputados solamente.

Lo que queda claro es que la sociedad israelí, en su eterno pendular, dio en este caso un paso a la derecha. Si Netaniahu quiere, puede formar tranquilamente una coalición de por lo menos 64 diputados, en la que él sería su puntal izquierdo, cosa que no desea.

Las razones de este viraje -que tranquilamente se puede revertir en los próximos comicios- se pueden rastrear en un enojo y un miedo. Enojo contra el actual gobierno de Ehud Olmert (Kadima) por lo que se percibe en la calle israelí como un «desperdicio de oportunidad», la de derribar al Hamás de su gobierno en la Franja de Gaza, después de un operativo militar tan bien ejecutado, y con tan pocas bajas para Israel.

Y el miedo es Irán. Netaniahu ha dicho claramente que «no va a haber un Irán nuclear», negándose enigmáticamente a añadir más, pero no hacía falta. Es evidente que Irán y su inminente poderío nuclear, unido a otras advertencias del ex premier del Likud sobre la posibilidad de que Livni «divida Jerusalem», han surtido buen efecto sobre la mitad de la sociedad israelí.

Una mala noticia para todo el sistema político es la agonía de la izquierda y el progresismo israelí. El Laborismo puede de algún modo atribuir su deshidratación al miedo a Netaniahu, que hizo que muchos migraran a Kadima. No falta quien recomiende en la prensa israelí la urgente fusión entre ambos partidos, entre los que prácticamente no existe diferencia programática. Entre ambos reunirían 41 escaños en la 18° Knesset y serían un factor central indiscutible en este período parlamentario, incluida la posibilidad de ser gobierno.

Los votos también migraron a Kadima desde Meretz, que hoy lame las heridas y les pregunta a los votantes por qué dieron la espalda al partido laico-ashkenazí-progresista. Lo de Meretz se parece a una tragedia griega. A medida que su plataforma histórica va siendo adoptada por los partidos del mainstream, como por ejemplo, «territorios a cambio de paz» y «dos estados para dos pueblos», el partido que representaba a lo «más lindo» del sionismo histórico, a saber: los kibutzim, el socialismo, el pionerismo no violento, el pacifismo y los derechos humanos, es castigado en las urnas en lugar de ser premiado por su triunfo en la historia. Los próximos años, Meretz deberá dedicarse a diseñar una estrategia para no desaparecer en los próximos comicios.

En fin. Los resultados, por el momento, y hasta que se implementen los acuerdos por votos residuales, quedan así:

Kadima (Livni): 28

Likud: 27

Israel Beiteinu (derecha, partido de los nuevos inmigrantes): 15

Laborismo: 13

Shas (ultraortodoxos sefardíes): 11

Iahadut Hatorá (ultraortodoxos ashkenazíes): 5

Ijud Leumí (derecha): 4

Jadash (comunistas): 4

Raam-Taal (árabes): 4

Balad (árabes): 3

Se quedaron fuera por no alcanzar el umbral necesario de votos: Guil (Jubilados), el gran perdedor, pues había gozado de 7 escaños en la Knesset saliente; Ierukim (Verdes, ecologistas), Alé Yarok (Hoja Verde, por la despenalización del uso de drogas livianas), el Movimiento-Verde-Meimad (ecologistas y religiosos sionistas moderados), e Israel Jazaká (derecha, contra el crimen organizado), entre muchos otros.

5 pensamientos en “Elecciones: resultados y algunas lecturas

  1. El campo nacional sale victorioso, aunque con un estrecho margen. Pero por lo menos Kadima queda paralizado y todos los zurdos, centristas y árabes juntos numéricamente no pueden formar gobierno ni aunque se unieran todos. Se aproximan cambios positivos en la dirigencia israelí, más patriota.

    Marcelo ¿vos a quién votaste? con semejante blog no podes ocultar eso…

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  2. marce!!gracias por informar para estos lados tan lejanos acerca de la situación que se vive allá!!solo espero que esto traiga un poquito de paz…ciao!!desde tu país oriundo, esta estudiante…besos

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  3. Andrés, qué voy a hacer con vos. El pensamiento políticamente correcto es que todos somos patriotas, no importa si somos fachos o zurdos (pequeña chicana, tomala con el afecto que te tengo), y la pregunta es cómo cree cada uno que es mejor proteger a esa patria. Pero no te puedo pedir a vos un pensamiento políticamente correcto, no? 😉 Yo voté Meretz, un poco aferrándome a un paradigma que parece acabarse, qué’vacer… Que lo disfrutes! (Por esta vez…)

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  4. Nooooo, no te puedo creer… JAJAJA!

    ¿A quién votaste Marce? lo tomaría como algo normal si votaras a Kadima… incluso podría entender que votaras al cuasiextinto Avodá… ¿pero a los sinverguenzas del Meretz? menos mal que no todos los israelíes piensan como vos, por algo ese partido de cuarta no obtuvo más de 3 escaños en la Knesset.

    ¿Cómo puede ser que alguien tan lúcido y experto en la Hasbará como vos vote a Meretz? (sí, ya se que Hasbará crítica, pero votar a Meretz es como irse un poco al carajo). Sí, obviamente somos todos patriotas los sionistas, pero del único partido «sionista» que dudo de su patriotismo es precisamente del que recibió un voto tuyo desperdiciado. Entiendo que apoyes a la izquierda sionista, pero al Meretz es como cruzar una linea roja.

    En fin, no tomes para mal este comentario, es simplemente mi opinión. Te sigo respetando y apreciando de igual manera, no te preocupes. Te recomiendo la lectura del siguiente artículo en relación al desmoronamiento (merecido) de la izquierda israelí.

    Un saludo
    (ta bien que seas zurdo… ¿pero es para tanto? jaja!)

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